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En el Fondo, están equivocados

Esta semana el Fondo de Fomento Audiovisual volvió a las páginas de los diarios, pero no en las secciones de cultura, sino que en Nacional. Elena Varela, profesora de música de la comuna de Panguipulli, licenciada de la Universidad de Chile y con estudios de cine en la Universidad Arcis, es detenida junto a otras cinco personas en un operativo conjunto realizado por las policías de investigaciones de la IX y VI Región. Los cargos son asociación ilícita y robo con homicidio. Las imputaciones hacen referencias a dos atracos: uno a una sucursal del INP en Machalí, en junio de 2005, en el que fallecieron cuatro personas (dos asaltantes, un guardia y un cuidador de autos con deficiencia mental), y otro asalto a una sucursal de Banco Estado en Loncoche en diciembre de 2004. A eso se agrega, según La Tercera de este domingo, un ataque explosivo a un oleoducto de la Enap en la VIII región que significó el derrame de 20 mil litros de petróleo diesel y otros cuatro asaltos a otra sucursal del INP en Galvarino, en octubre de 2003, y hasta un ataque explosivo al consulado de Brasil en Santiago en marzo de 2004.

Los detenidos son eso, detenidos. El fiscal de la VI región les abrió proceso. Un proceso judicial que determinará las responsabilidades de ella y los demás formalizados en estos delitos. De momento, a pesar de lo que parezca en lo que se ve en la prensa, no son culpable hasta que un tribunal lo determine. (Demás está decir que el conflicto mapuche requiere de una revisión mucho más profunda de la que hago yo acá: se trata de un conflicto sobre la legitimidad de una demanda que hasta el momento no ha querido ser reconocida por el gobierno como el problema político que es, y han tomado palco ante el asunto aplicando a destajo la Ley Antiterrorista, lo que no soluciona el problema, solo lo complica).

Pero el año pasado, Elena Varela cometió un delito más grave. Se ganó un Fondart. Mejor dicho, un Fondo de Fomento Audiovisual para la realización de un documental llamado «Newen Mapu Che».

Los medios de inmediato hicieron la conexión: ¿cómo es posible que una supuesta «terrorista» se gane fondos del Estado para hacer una película? La respuesta del gobierno fue apurada y algo patética. La Presidenta primero dijo algo así como «de veras, eso no debería pasar», y más tarde el Ministro Secretario General de Gobierno, Francisco Vidal, hizo declaraciones más patéticas todavía. «Habría que exigir que cada postulante al Fondart presente su papel de antecedentes, es la única forma de evitar situaciones como la ocurrida con los ex miristas», dijo Francisco Vidal. Como si los postulantes al Fondart y al FFA ya no presentaran suficientes papeles, digo yo. Luego, el subsecretario Arturo Barrios tuvo que entrar a desmentir lo dicho por sus jefes.

Este domingo, Ivan Moreira de la UDI pidió la renuncia de la ministra Paulina Urrutia.

Y quizás sigan así por el resto de la semana.

Pero hay un elemento de pura lógica que nadie parece recordar: ¿cómo podían saber los evaluadores y jurados del FFA que Elena Varela tenía, supuestamente, vínculos con estos delitos si ni siquiera los detectives que siguen el caso lo sabían o, por lo menos, no habían dado una orden de captura? Elena Varela, al momento de obtener el FFA, no era una prófuga de la justicia ni tenía antecedentes relevantes para inferir los cargos que ahora le imputaron. ¿Qué culpa podría tener un jurado artístico de premiar a alguien que en su pasado, supuestamente de nuevo, tiene un prontuario? Si le hubieran pedido el papel de antecedentes a Varela, por cierto, no habría aparecido nada de esto y perfectamente pudo haber ganado el premio. (Aunque es probable que otro ganador del FFA 2008, como Miguel Littin, quizás se hubiera visto en problemas si alguien del FFA hubiera chequeado las denuncias de no pago de sueldos por una película en la Patagonia, denuncias que aparecieron extensamente en la prensa hace unos años).

Pero, claro, hacer este razonamiento lógico no vende diarios ni arma escándalos políticos. Ignorarlo sí.

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Ahora, para ser abogado del diablo, la UDI tiene un punto. ¿Cómo demuestra la institucionalidad cultural que la entrega de los premios del FFA es por mérito artístico y no por un favor político? Actualmente, no puede hacerlo. La política de asignación de Fondos de FFA establece que el jurado es soberano en sus decisiones, y la política está basada no en criterios sino en una política de primo inter pares. El Estado le dice al sector audiovisual algo así como: «Miren, si quieren hacer películas, acá tienen la plata, premiense entre ustedes; nosotros no tenemos nada que ver». Y eso es lo que van a decir esta semana: van a decir que quien entregó la plata no fue el Estado, sino que un jurado de artistas. Y esa política les calza perfecto a la institucionalidad para situaciones como esta; les permite lavarse las manos frente a una decisión polémica.

Esa política establece que la mejor política cultural es no tener política cultural, sino que jurados. Jurados que llegan al FFA y no tienen idea bajo qué criterios deben ser premiadas las obras evaluadas, más allá de su exquisito gusto personal. Ya lo he dicho antes en este blog: no existe una definición de parte del Estado de un criterio cultural que se haga cargo de las múltiples variables que existen al momento de evaluar una propuesta artística (operas primas/ realizadores con experiencia; cine comercial/propuestas artísticas más arriesgadas; creación de audiencias locales/internacionalización, etc). Más bien, cada año los jurados tratan de premiar «lo que ellos creen» es lo mejorcito de los proyectos que llegaron ese año. Y como los jurados cambian todos los años, eso explica la paradoja que un proyecto no sea un premiado una vez, y al año siguiente, sin haberle cambiado una coma, ese mismo proyecto es premiado con el máximo puntaje, como ocurrió con «Huacho» de Alejandro Fernández.

El FFA sigue siendo una lotería, y lo que es peor, la autoridad no tiene ningún apuro en revertir esa lotería. ¿Se acuerdan de la Convención Audiovisual de enero de 2007? Ahí existió una reunión amplia en que multiples miembros del sector audiovisual se juntaron a reflexionar y presentar propuestas sobre las políticas del audiovisual que deberían desarrollarse en los próximos años. Fue un gran brainstorming. Lo que venía fue un compromiso que hizo la autoridad para traducir esas conclusiones en un marco de acción para que el Consejo del Audiovisual tuviera las herramientas para establecer esas (u otras) políticas. Entre ellas, políticas y criterios para el FFA.

Pero ese proceso está detenido con promesas rotas. Yo fui testigo directo el año pasado cuando Carola Leiva, secretaria ejecutiva del Consejo del Audiovisual, en una mesa en el Festival de Valdivia el año pasado, dijo que esa «respuesta» del Consejo estaría lista a fines del 2007. Estamos a mayo del 2008, y aún no pasa nada.

Así se previene que la entrega de un FFA se le transforme al gobierno en un (otro) problema político: cumpliendo lo que promete. No pidiendo más papeles en el próximo concurso. Está demasiado claro lo que hay que hacer: ahora solo basta hacerlo.

Entonces, esta semana, cuando la UDI aparezca con sus declamaciones de que caigan funcionarios para-que-la-gente-crea-que-estamos-haciendo-nuestro-trabajo, bueno, esta vez habrá poco margen para una defensa institucional del FFA. Pero no porque el Consejo del Audiovisual y el FFA sean ilegítimos; no lo son. Si no porque, en particular el FFA, no está basado en criterios de Estado, sino que en la conveniente elección de jurados que -erráticamente, sin una guía de lo que debe ser su labor- hacen y deshacen todos los años en el fondo.

Me carga decir «lo dije», pero lo dije.

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ADDENDUM / LUN 12 MAY 2008 / 21:15 HRS: Este es el trailer de «Newen Mapu Che», disponible en You Tube.

Según apareció en una nota de La Nación de hoy, la mayoría de las cintas fueron incautadas por la policía.

A juicio del director de arte de la producción audiovisual, Marcelo Quintrileo, la situación que enfrenta la cineasta obedece a una intención de «querer parar» las filmaciones por las presuntas revelaciones respecto de abusos contra las comunidades mapuches de la IX Región.

«Desde hacía meses que se sentían ecos en nuestros celulares, lo que evidencia que están intervenidos. Sufrimos seguimientos personales, lo que se ha transformado en una conducta habitual en la zona, esto se vio acrecentado tras la muerte de Matías Catrileo. Sabíamos que en algún momento nos iban a tratar de boicotear, por la creciente persecución contra las comunidades, pero la detención de Elena superó todas nuestras sospechas», dijo Quintrileo.

Quintrileo indicó que cuando la cineasta fue detenida, él se encontraba en su domicilio de Lican-Ray. Asimismo, reveló que fue retenido todo el día miércoles pasado, sin que se le explicaran los motivos.

«Podemos entender que haya una investigación, pero lo que no puedo entender es que se llevaran todas las filmaciones. Ese día nadie me informó nada. No me dejaron conversar. No pude llamar a un abogado ni a nadie», dijo Quintrileo.

Asimismo, otros miembros del equipo realizador aseguraron que se puede revisar el guión del documental como prueba de que el material incautado, como ropa militar, son objetos de utilería, para ejecutar las recreaciones previstas.

Aunque más adelante, dice según el fiscal Servando Pérez, que sigue el caso…

Elena Varela participó en la planificación del atraco, en el traslado de armas y en la ocultación de los ejecutores.

Pero más interesante todavía es un dato que deslizó ayer el subsecretario Arturo Barrios, cuando dijo que ya habían recibido la primera rendición del FFA de «Newen Mapu Che», antes de que ocurriera la detención:

De aquí a 20 días tenemos que revisar la segunda rendición de cuentas del proyecto todo aprobado y verificado por Contraloría . Si está al 100%, entregaremos la segunda porción de los recursos.

Es decir, de acá a 20 días, podría darse la paradoja de que si la rendición está bien hecha, se le haga el pago de la segunda cuota (al parecer, unos 18 millones) a la productora de Elena Varela, cuando quizás ella todavía esté en detenida.

Me gustaría ver ese cheque…

Por Gonzalo MAZA

14 respuestas a «En el Fondo, están equivocados»

Tienes mucha razón o razones pero la de fondo la referida a un marco que direccione y un jurado que respalden politicas culturales no las comparto. No quiero decir que un gobierno no deba tener politicas Culturales, creo que ellas deben estar pero operar mas hacia el acceso a ella y la democratizacion de las expresiones de la misma, mas que a los contenidos. Es solo eso.
Creo que el articulo es valioso y profundo y aclara las suposiciones y mal uso que han querido hacer del caso.
De las declaraciones de quienes nos gobiernan. sin comentarios.

me parece que hay varios temas acá que se están mezclando. si dejamos de lado el tema de la presencia/ausencia de política cultural (y también dejemos fuera a littin que no tiene pito que tocar), me parece que es grave incluso insinuar que esta persona no debería haber recibido fondos por estar involucrada en este proceso.
primero que todo, los fondos no los recibió ella, sino una personalidad jurídica. segundo, todo ciudadano y toda empresa del rubro tiene derecho a postular a los fondos, incluso en teoría un preso podría presentarse al fondo y ganar. cuestionar al fondo como entidad por esto es como cuestionar el hospital donde esta persona se puso una vacuna o la escuela donde esta persona se educó. ¡¡además que ni siquiera ha sido condenada!! está siendo investigada y perfectamente podría salir libre de polvo y paja.
lo más grave de todo en cualquier caso, sería que el director de arte tenga razón en lo que plantea a la nación y que detrás de todo esto haya un móvil político. o sea, que el documental haya captado imágenes tan inconvenientes, que este procesamiento sea una forma violenta de silenciar a la producción y amedrentar a futuros proyectos que estén considerando meterse en historias similares. o sea, censura de aquellas que alguna vez ya conocimos de cerca. si fuese así, seguramente nunca lo sabremos, ya que las cintas fueron confiscadas. pero sería no sólo lo más grave, sino que también lo más triste.
algo que no entiendo: ¿por qué sale hablando el subsecretario barrios y no la ministra que es la que ha sido directamente atacada por la derecha?

Si bien, el análisis de la asignación de fondos audiovisuales es un tema complejo e interesante, pienso que se desvía de la verdadera intensión de las autoridades de acallar el tema que Elena estaba desarrollando, pues bajo esta perspectiva en el futuro no se podría tomar para un documental ningún tema conflictivo de nuestra realidad social, porque inmediatamente tendríamos en frente medidas cautelares propia de la dictadura y que continúan haciéndose. Yo trabajé en este proyecto hasta hace un mes y en vivo me di cuenta de las presiones que sufría Elena, incluso a ella la acosaban desde el comienzo de su investigación despidiéndola de la orquesta de Panguipulli que ella dirigía y de la que había entregado mucho como profesional. Pero debido a este documental que toca un tema “prohibido” según nuestra parilla política y que posiblemente nos escandalicemos por sus reveladoras entrevistas de lo que sucede en el conflicto Mapuche y que se prefiere obviar.
Es verdad en Chile no se pueden tocar temas que puedan ver nuestras verdades, en Chile vivimos parcelados y ante este hecho que es grave porque viola nuestras libertades creativas y personales prefiera tocarse el tema de la asignación, pienso que así no se puede, incautando ropa de utilería mostrándolas a la prensa como camuflaje e interviniendo los teléfonos, ahora más que nunca debemos apoyar a Elena que está en una situación extremadamente difícil y las cintas seguramente las estará viendo el fiscal que quizá no las entregué nunca más.

la documentalista enfrentada a los poderes del gobierno que puede o no puede estar involucrada en actividades delictuales es material ideal para un buen thriller conspirativo, siempre y cuando no lo haga viereck.

gracias por la cobertura maza.

Yo no conozco a Elena Varela, y tengo muy poca información sobre su documental (solo lei el proyecto en la etapa de desarrollo, cuando postuló al DocSantiago 2007, donde fui jurado, y lo seleccionamos para que participara en ese pitching), y en ningún momento he manifestado, ni explícita ni tácitamente, que no debió haber ganado el FFA. De hecho, en toda la primera parte del texto hago referencia a lo ridículo del debate público que ha existido sobre el tema. Un debate que se basa en el desconocimiento de parte de los ministros y de la UDI respecto a este caso en particular, y al FFA en general.

Respecto a la segunda parte de lo que escribí, mi crítica es general al procedimiento de entrega de los recursos, que se presta para malos entendidos, y no es una manera de hacer una crítica velada a la entrega de «estos» recursos, si no que más bien a que, llegado el momento de argumentar por qué se premio un trabajo y no otro, actualmente el FFA responde «porque así lo dijo un jurado», cuando perfectamente podría decir «porque lo decidió un jurado, a partir de una política cultural de audiovisual que fue hecha y refrendada con toda la comunidad audiovisual».

Lo que veo es: actualmente, respecto a la política cultural del audiovisual, no hay criterios, hay jurados. Yo digo: los criterios, si se definen en conjunto por la comunidad audiovisual, a base de estudios y trabajo, harán que FFA sea un mejor fondo. La actual modalidad, jurados que estan empujados a formular y reformular CRITERIOS cada vez que se juntan, de acuerdo a su experiencia, es un método errático.

Ahora, volviendo a Newen Mapu Che, estoy de acuerdo con José Luis. Hay que poner atención en lo que hay en esas cintas incautadas, por dos razones: son la única prueba de que lo que estaba haciendo Elena Varela era un trabajo audiovisual, y además, vienen a documentar un momento y un proceso histórico in situ, que -por lo que se ve en trailer en internet- tiene imágenes y entrevistas a dirigentes clandestinos, y dan cuenta de un trato violento de la policía ante unos manifestantes que hacen una protesta política, a la que se insiste en llamar -y tratar como- «terrorista».

Maza lo deja claro, creo yo, y era lo que también planteábamos hace meses en una de estas revueltas de blog. Que el sistema de repartición de fondos culturales es azaroso, porque así se cubren las espaldas de supuestas responsabilidades políticas. A ver si eso basta ante la nueva derecha desalojista.

Ese es un tema. El otro tiene que ver con las estupideces de Vidal y las idioteces que fácilmente puede llegar a hacer el gobierno para evitar un nuevo Yasnazo. Especialmente si el supuesto delito no existía al momento de otorgarse los fondos, y más si los fondos jamás se le entregaron a una persona sino a una empresa productora. ¿Qué tontera puede hacer la gordi y la sor mudita para evitar que pase algo como esto nuevamente? Me temo que se opte por darle nuevamente el gusto a la derecha y se agregue algún tipo velado de censura, como revisión de guiones por parte de un comité de ética, entrevistas personales con los directores, firma de documentos en los que se diga que en caso de que los fondos sean utilizados con fines terroristas se le aplicará un cargo extra a la causa, etc. etc.

Al final lo que más rabia da es que los mapuches no existan, y que se permita llegar a extremos tan ridículos como el del gil del merculo que quiere comparar el movimiento mapuche con ETA!!!! Ni en los medios, ni en la agenda del gobierno, y ahora, tampoco en un documental, existen los mapuches. La satanización sin contrapeso del movimiento mapuche es vergonzosa y el hecho de que detrás de ella esté una inmensa maquinaria económica que no hace nada por ocultar su cara y su poder es más triste aún.

Hola, Maza. Tremendo tema. Que el queso lo corte un jurado no debería ser visto como ausencia de política. Al contrario. Pero quizá a ese jurado convendría aplicarle criterios similares a la reforma al proceso penal.

Por ejemplo, dividir las tareas (el que persigue al delincuente no puede ser el mismo que decide la sentencia). No tiene por qué ser el estado el que decida el criterio ‘técnico’ para otorgar los fondos, pero tampoco debería hacerlo el jurado. Y aquí tengo una pregunta: ¿a quién representa el jurado? ¿A los pares, o sea los cineastas, o al público, o sea los cuidadanos que financian el fondo a través de sus impuestos?

Lo otro es cómo delibera el jurado. ¿En secreto, por escrito, y a puertas cerradas? Si cada año un jurado nuevo modifica los criterios para otorgar fondos, la deliberación sobre esos criterios podría hacerse en algún foro abierto al público.

Por cierto, me quedé con la duda: ¿puede o no alguien que está en la cárcel postular al Fondo?

Saludos,
Pedro Galindo

Si yo fuera jurado todo cambiaría.

Aprovecho de acusar aquí a Jiménez (Crisis) que fue jurado en ese festival de documentales que se hace en el hoyst (olvidé el nombre); yo estaba compitiendo con un documental sobre el bombardeo de poemas que hicimos con casagrande en Guernica. ¡Ni siquiera clasificamos para miss simpatía!
Y eso que la semana anterior invité a Jiménez a un asado en la casa del negro Prieto. Si hubiera sabido entonces que era jurado le habría servido más carne. Fue en 2005.

Vamos primero a la situación de Elena Varela, que es lo más urgente. Esta realizadora me dejó recado en Valdivia en febrero buscando productor para ese documental. Como yo estaba con AFA rodando «Huacho», recién la pude llamar el 26 febrero. Me comentó que ya tenía productor y nos despedimos. Esto, más el comentario de José Luis Sepúlveda, me deja claro que Elena no está financiando una conspiración contra el estado de Chile, sino que haciendo un documental como cualquiera de nosotros con el Fondo que obtuvo. Nuestro sector debe ser claro en respaldar la libertad de acción de la que dispone un realizador documental, defender la libertad de expresión cultural y rechazar de plano este amedrentamiento y culpabilización anticipada a través de una declaración pública.

En relación a Iván Moreira, su declaración a El Mostrador dice «la Concertación no deja de sorprendernos y de sorprender al país; y esta vez utilizando fondos destinados a la cultura para financiar a personas vinculadas al terrorismo», y luego pide la reuncia de la ministra Urrutia. A mi juicio la declaración configura el delito de difamación. Es injurioso con Elena Varela y calumnia a todo el Consejo (partiendo por la ministra) y al mismo Fondo. Que lo diga un abogado pero creo que el caso califica para exigir como sector que Moreira se retracte públicamente o que enfrente un juicio por desafuero, pues está abusando del fuero parlamentario como alto representante de la República para emitir ofensas a través de medios de comunicación. Nos atreveremos a poner en marcha las herramientas del estado y efectuar estas acciones?

Lamento mucho que este diputado UDI no haya aprendido con el caso Spiniak que acusar sin pruebas es una falta que amerita una disculpa pública o si no una sanción ejemplarizadora. Que se disculpe. Debemos proteger nuestro fondo audiovisual, nuestra institucionalidad y nuestro derecho a hacer películas. Nadie nos regaló estos bienes, mucho menos el diputado aludido.

Del «primo inter pares» y de la Convención hablemos en otro foro pues es un tema menos contingente pero igual de importante.

concuerdo plenamente con bruno. las únicas asociaciones que han reaccionado con claridad son la ADOC y SINTECI. es importante que saquemos la voz en bloque. si esto tiene consecuencias, lo vamos a lamentar. moreira en sus nuevas declaraciones ya amenazó con bloquear las partidas presupuestarias para cine chileno el 2009.

Que bueno que existan estos espacios de discución.
Primero quiero aclararle a CRISIS que APCT tambien se pronunción firmando el comunicado que publico ADOC.
Estamos tambien organizando una conferencia de prensa para este sábado.
Estuve el Viernes pasado reunida con la Ministra Urrutia por otros temas, pero por su puesto la introducción de la reunión fue el caso Elena Varela.
Hasta ese momento me parecia correcta estrategia que ella no se pronunciara, ya que era una manera de darle espacio a la Derecha. Sin embargo hoy, cuando este tema ha ido adquirendo otros ribetes y tras las lamentables declaraciones de personeros del gobierno, piendo que Urrutia debiera sacar la voz. El silencio no hace más que darle esapcio al ruido.
Solo ella puede, primero informar a los ignorantes de Derecha y segundo avalar su porpia institución
Tehani

Me parecen insólitas la justificaciones a que la ministra se calle.
Insólitas porque pareciera que su único deseo fuera seguir manteniendo su buena nota en las encuestas como la de mejor desempeño, es decir, la que menos problemas hace, sobretodo a la derecha.
Cuando debiera ser desde el mundo de la cultura y en particular desde el audiovisual donde se cuestione un modelo de sociedad excluyente, clasista y racista.
Si eso no ocurre y se empiezan a financiar productos audiovisuales de Relaciones Públicas es mejor que cerremos el boliche y que la ministra haga retome los hábitos de Sor Teresita.
Tal como dice crisis es necesario tomar medidas a la brevedad pues tanto este señor Moreira como el otro señor Vidal están planteando sus «ideas» sin el menor contrapeso.
Será responsabilidad de todos quienes trabajan (mos) en alguna área del audiovisual el no hacer nada y dejar que estos personajes terminen por crear un arte e industria audiovisual a su medida.
De lo contrario, Elena será la primera de los que caigan en desgracia ante un sistema, que siempre encontrará la forma de eliminar a quienes le enrostren sus contradicciones e injusticias.

la ministra habla

http://www.emol.com/noticias/magazine/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=304287

y moreira la sigue…

http://www.emol.com/noticias/nacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=304320

en las desopilantes declaraciones del guatón picante hay un párrafo que nos atañe a más de alguno de los que leemos y/o comentamos en este blog

«… hemos solicitado a la Presidenta de la República que imparta las instrucciones necesarias para que en un plazo de 30 días se nos entreguen los antecedentes suficientes de a quiénes, cómo y cuando se entregan los recursos del Fondart», afirmó Moreira.

así que ya saben chiquillos, que el matón favorito del general, el que se la meneaba hasta que le dio rigor mortis, va a pedirnos los antencedentes. Ojalá busque en Google y aparezca mi nombre junto a un «porque no te hacís el candado chino, Moreira, guatón picante, facho y asesino.»

Creo que lo de Moreira es brutal, pero no sorprende tanto viniendo de quien viene. Pero que el propio Vidal salga dijendo lo que dijo, eso ya es demasiado. ¡Y sin que nadie salga a contradecirlo! Sor Teresita se demoró mucho en hablar… Me parece que todo lo que ha rodeado este caso es de una gravedad extrema, y como se ha dicho aquí, es responsabilidad de todos hacer frente a la ensalada de estupideces que hemos tenido que escuchar en estos días. ¿Qué pasará con esas cintas? ¿Se quiere acallar a Varela porque este es un tema tabú para los gobiernos de la concertación? Creo que también hay que aprovechar este momento para discutir todos los temas de fondo sobre el Fondo, como lo plantea Maza. Es verdad que la contingencia es otra, y a ella hay que defender primero… pero todo está relacionado y ya es hora que algunas de las cosas que se hablaron en la Convención Audiovisual empiecen a hacerse realidad, y que los criterios se definan y transparenten.
¿Alguien sabe qué pasó hoy en la conferencia de prensa de la plataforma audiovisual? Si hay otras acciones que sectores del auiovisual pretenden hacer, sería bueno publicarlas acá también.

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