Ayer fuimos a ver a King Kong. Qué puedo decir: entró de inmediato a mi listado de las mejores películas de este año, y la persecución de dinosaurios es, creo, una de las mejores secuencias de acción que he visto en mi vida (listado en el se incluyen momentos que todos recordamos de «Contacto en Francia», «Viaje Insolito», «Intriga Internacional», «El regreso del Jedi», y «El tercer hombre», si me apuran).
Hay, por supuesto muchas otras cosas interesantes respecto a «King Kong». A la salida de las tres horas de metraje, me quedé pensando en varias cosas:
1) «King Kong» es el primer clásico de la novela romántica que nunca fue novela: es puro cine. Fue escrito en 1933 directamente para la pantalla, y solo en el cine puede alcanzar su real dimensión. A diferencia de Frankenstein y Drácula, esta criatura no es una creación del hombre empujada por la revolución industrial ni es un resumen de mitologías ancentrales. Es el colapso entre el hombre moderno y una prehistoria que nos supera. La iconografía de la rubia, el gorila gigante y la mole de cemento son símbolos románticos tan ricos, que están por encima de su construcción narrativa. De hecho, la historia es tan ridículamente simple (casi inexistente), que el componente físico de esta aventura es arrolladora.
2) Peter Jackson nos hace rendirnos ante el gorila, pero no porque sea «humano», sino que al revés: porque los espectadores somos los animales. Esta idea de dominación sobre el salvajismo es doble: sobre el gorila gigante en la isla perdida, y sobre nosotros, los primates, los hombres y mujeres que no podemos dejar de entregarnos a los espectáculos paganos. El director de cine es un domador de circo: dominar a la criatura gigante, «capturarla» (en celuloide, y si eso falla, en redes) garantiza que nosotros, las criaturas inferiores que somos los espectadores, seamos también el objeto de esa dominación. El verdadero monstruo es el hombre sin límites. El conquistador. El que no deja territorio virgen. La identificación que siente Peter Jackson por el personaje de Jack Black en la película es casi una autocrítica mayor a la industria de la entretención en la que Jackson ha instalado sus carpas y petacas: la escena en que el director se fotografía con los productores y financistas de la película, es la médula de la crítica a la industria de la entretención: ese que está ahí, dice Jackson, soy yo, somos todos.
3) La idea del espectáculo como dominación no se queda ahí: se prolonga al espectáculo como dominación sexual. Lo vemos cuando la rubia Ann Darrow (Naomi Watts) descubre que sus rutinas cómicas y de baile calman a la bestia (así como calmaban a los espectadores en plena depresión del ’29); y también lo vemos en reversa, cuando la dominación es fallida, cuando en una de las más bellas escenas de la película, Jack Driscoll (Adrien Brody), el autor teatral y guionista, ve el montaje de la obra cómica que escribió para Ann, pero que es otra actriz la que hace el papel. El artista-guionista es también dominado por la industria-espectáculo: Driscoll debe escribir su guión encerrado en una jaula (¡como si él fuera la bestia!) mientras el director le da la instrucciones desde afuera, circulando en libertad en la sala de máquinas del barco.
4) De acuerdo al eneagrama, King Kong es un número 2. The helper. Comparte grupo con la Madre Teresa de Calcuta. Personalidades que ayudan al resto, pero que si no se les reconoce su «bondad», reaccionan violentamente. El motor de sus acciones de la bestia es solo una: quiere que lo quieran.
5) Hay otra idea sobre King Kong que no he pensado demasiado, pero que tiene que ver con los roles sexuales, en especial, con el machismo. La mujer se resite a la bestialidad, pero se entrega ella y descubre que es buena idea dominarla, cuando ve que ese machismo es también la única protección ante la hostilidad violenta del mundo. Me parece que esto, más que una apología al machismo, es más una crítica al feminismo. Pero no estoy muy claro si esto está realmente en la película.
Qué más decir. Vayan a verla y comentamos.
15 respuestas a «¡Ríndete, gorila!»
Mes has condenado Gonzalo. Cuando vaya a ver King Kong no voy a poder dejar de pensar en tu análisis. Está notable la relación con el eneagrama (el sistemita nos tuvo pelando el cable a mí y unos amigos durante un tiempo) y eso del machismo es más claro en la primera versión de los años 30. Saludos de Viña.
Maza, me caes bien y te tengo fe, pero creo que te pegaste en la cabeza. Opino exactamente al revés de ti. De todas formas, eso es lo lindo de la democracia. Dicen.
Ojalá pudiera sacarme del cerebelo esas tres horas perdidas. Ojalá pudiera olvidar la estampida de dinos CGI más guarra y tosca de la historia y el sentimentalismo kitsch de este horror donde todo se aaalarga para no llegar a nada.
Yo era un hombre más feliz cuando entré a ver KK y salí triste porque mi tiempo y dinero no volverán y porque grasas como Jackson siguen vendiendo la rata de estrenar películas B disfrazadas de gran cine. Qué horror.
¿Por qué una película B no puede ser gran cine?
A mi tambien me encanto, Gonzalo. La encontre como una peli de drama/accion a lo old-school. Justo cuando piensas que no pueden estar en MAS peligro… justo cuando no quedan esperanzas…PAF! Increible. Que miedo! Que emocion! Que pena!
A mi lo que me quedo dando vueltas fue el tema de la dignidad, tantos de las personas como del gorila. Y si uno trata sin dignidad a otro, puede uno ser un ser digno? Me gusta lo que alguien dice del personaje del directo (que bien estuvo Jack Black), que tiene un talento para destruir todo lo que ama.
Claro que las B pueden ser gran cine. Creo que ocupé mal el concepto. Me refiero a estos argumentos de cine B que son hiperinflados por el presupuesto y la lista de estrellas, pero cuyo encanto original (como el KK del 33) residía en la pureza y economía de recursos que venían de su presupuesto B.
No tengo nada contra el cine B y cuando es honestamente B y no pretende venderse como otra cosa es glorioso y me encanta. Ahí están las películas de patadas y el cine de terror ochentero estilo The Thing.
El tema son estas megaproducciones que creen que nos engañan: cuando Kubrick filmaba Espartaco o Lean hacía lo suyo con Lawrence de Arabia, la ambición narrativa corría pareja con el despliegue de plata y extras: el nivel de gasto se justificaba por el alcance de los temas que guiaban a las historias.
KK es basura bien vestida. Anda por ahí con, mmm, Vanilla Sky, Pandillas de Nueva York, El Aviador, Kill Bill, Troya y todas esas cintas donde material de serie B ha sido hiperinflado sin sumarle nada que justifique los millones. Es lo mismo que antes, sólo que tres horas más largo. Y además está mal hecho: ¿por qué ninguno de los críticos oficiales ha dicho que el mono, los dinos y básicamente todo lo que es CGI se ve peor que La Momia Regresa? Jurrasic Park se hizo hace quince años y sus bichos se ven mejor.
Disculpa que me haga el imbécil, pero entiendo que te decepcionaron los CGI. ¿Pero no es la gracia del cine B que los efectos especiales sean mulas? Por el puro gusto de conversar, no más lo digo.
Por lo demas, si alguien me pregunta, no creo que la belleza de las películas B esté en el encanto original (como el KK del 33) (que) residía en la pureza y economía de recursos. La verdad, eso es subvencionar el cine B de puro cariño. Lo que no tiene nada de malo e incluso comparto. Pero, el B es mucho más que eso: está en los márgenes de las industria… ¡pero quiere ser industria! Basta verle los colmillos a Roger Corman. Es industria aspiracional (o si no, que alguien vea esos grandilocuentes trailers de pacotilla de las B). El mismo Peter Jackson fue B. Entonces, ¿por qué no le podemos perdonar que haya logrado lo que siempre quiso (hacer películas con más plata, mejores -aunque no perfectos- FXs)? ¿por que se vendió? ¿es eso?
Lo otro atractivo del B, para mi gusto, es que habla de su tiempo. Consciente o inconscientemente está pendiente de lo que pasa en su sociedad. Y este KK, se remonta a los años 30 para hacer un comentario (incluso, una autocrítica) al cine de entretención de hoy, entre otros temas.
Y hay una tercera cosa: el B es exagerado, excesivo, no se pone límites. ¿Qué más B que este KK de tres horas, peleas con dinosaurios y sabandijas nunca vistas, final a lo Coca Cola, y caida al vacío desde el Empire State? ¿Con qué cara le críticamos a este KK justamente su falta de pudor?
Soy un hinchapelotas, lo sé. Pero creo que acá, por fin en mi vida, tengo un punto, su señoría.
Mmmm. Hum. Mmmm. Mira, vamos por puntos. Yo creo (ojo, creo, no declaro ley escrita en piedra) que:
-La gracia del cine B no es que los efectos sean mulas, sino que el recorte presupuestario exige soluciones ingeniosas y escamoteo de imágenes elaboradas. Ej: todas las películas de Tourneaur, como La mujer pantera.
-El cine B ES industria. Probablemente salvó a los estudios en los ’50 inyectando la plata que el público adolescente seguía pagando. Recuerda que Corman desvió buena parte de sus basurillas a las cadenas de autocines pertenecientes a los estudios.
-Esto no tiene nada que ver con venderse, sino con hacer malas películas megainfladas. Takashi Miike es un vendido que filma lo que le paguen y es un titán. Ruiz ha filmado por encargo y unos cuantos nombres canónicos (Griffith, Riefenstahl, Welles, Hitchcock) caen en la, ejem, categoría. Si un vendido filma la raja, bien por él y bien por el cine.
-Se pueden rastrear algunos guiños bastante tenues a la visión de Jackson sobre el espectáculo y el cine y la payasá, pero, honradamente, no vi mucha tela qué cortar en ese asunto. No vi que dijera nada nuevo respecto a eso.
-Yo creo que lo B no es exactamente la exageración, sino el juego con los clichés. Y creo que también estaba basado en cierta pulcritud narrativa y en cierta eficiencia que, en verdad, las tres horas de KK para contar algo tan simple no tienen. Pienso que, por lo general, los megafilmes de género se caen a menos que sean algo más que género. Ahí tienes el horror de How the West was Won, que iba a ser el western definitivo y que tenía 20 actorazos y tres directores y Cinerama y hoy es poco más que una horrenda pieza de museo.
miyagi
no habia vuelto a tu blog hace tiempo, me estoy poniendo al dia.
no he visto el mono 3D de jackson (la verdad el cine del ex gordo cada vez me gusta menos; entre otras razones porque sus diez climax finales por pelicula ya hacen añorar a james cameron como una especie de rohmer).
de todas maneras ire (cuando tenga las cuatro horas para gastar). pero antes de eso, una pregunta:
anoche en tcm dieron el kong original y hubo algo que me gusto mucho: cuando kong agarra a humanos (nativos, una desprevenida mujer que duerme en su cama) y el mono-furioso o los mastica y escupe o los deja caer de varios metros de altura. mi duda:
el kong de jackson es asi de mono? vemos morir las bajas colaterales, o jackson lo retrata como un enorme gordo buena onda, incomprendido y superpoderoso?
ps: ultima cosa, tu regalo sigue en mi poder. como en este tiempo crecio, ahora lo tengo amarrado en la terraza.
Luigi,
Correctomondo. Yo creo que no te va a gustar demasiado la de Jackson. Yo nunca he sido su fan (la verdad, los directores guatones, semicalvos con barba me causan desconfianza desde un comienzo), pero que puedo decir. Hay bajas colaterales humanas varias, sobre todo al final… pero hay también algo de esa «buena onda». Además, es larga y a mucha gente se le hace larga. Y claro, hay muchas quizas demasiadas peleas con dinosaurios. Estoy seguro que Pancho Ortega la debe haber disfrutado tanto o más que yo.
slds
m
yo pienso que son tres películas. La primera parte es notable, con ese comienzo de imágenes de la gran recesión. Bellísimo. Además va con una canción alegre, muy ad hoc. Hasta que llegan a la isla esta es una GRAN película. Hasta que se encuentran con los huevones piluchos esos, esto rinde un bello homenaje a Heart of Darkness. De hecho, Jackson mete a la fuerza la idea haciendo que uno de los tripulantes esté leyendo el libro. Después, el «chase» del gorila en la isla es un remake de jurassic park, menos inocentes. Y la parte de nueva york es la más debilucha: el gorila ataca la ciudad, sí, pero eso era en 1933, y la ciudad de NY YA fue atacada, el punto no puede hacerse igual en 2005. En resumen, el principio me cautivó, la mitad me entretuvo y el final me lateó.
Está choro el comentario, pero creo que sobreestimas la película. Además la secuencia de estampida es demasiado mula. No por los efectos, sino por la estupidez de meterse en las patas de los bichos y no ser pisado. La GRAN escena de acción, antológica es la lucha con los tres tiranosaurios. Eso está sublime. El resto para cabro chicos. Y como bien dice Villalobos, inflado de obviedades y justificaciones. Jack Blak al final «explicando» el arquetipo de la bella y la bestia es el mejor ejemplo. Qué decir de las lecturas de Conrad… barato.
Yo diría que KK es una mala película dirigida por un tipo con gran instinto audiovisual, ritmo y habilidad para el montaje y el dominio de grandes equipos de trabajo… lo que tiene un TREMENDO mérito. Pero no la salva desde el punto de vista artístico.
Si les interesa, vean mi reseñita en mitchgomez.blogspot.com
Es la pelicula mas mala que he visto en mucho tiempo. Es larga, lenta , aburrida, los efectos son pesimos y la pelea mas falsa que las peleas de ultraman
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