Como anuncian los diarios de esta mañana, Roger Ebert anda medio grave del cáncer que le deseó hace unos años Vincent Gallo. Como sabrán algunos, hace tres años en el Festival de Cannes, el crítico Roger Ebert dijo que «The brown bunny» era la peor película de la historia de ese festival. Su director, el actor Vincent Gallo, consultado por un equipo de televisión por lo que acababa de decir el crítico, llamó a Ebert «fat pig» y le deseó que le diera cáncer a la próstata. Creo que dijo algo así:
Oh yeah, well, you tell that bastard I curse his prostate and I hope it blows up to the size of a cantaloupe.
Oh, sí, bueno, dile a ese bastardo que maldigo su próstata y espero que se le hinche hasta que sea del tamaño de un melón.
Más tarde, Gallo siguió con la historia. Dijo que con la ayuda de Kenneth Anger («Scorpio’s Rasing») le habían puesto una maldición a Ebert, y repitió sus deseos a un periodista de The New York Observer:
The minute that I finish the print of the film, it will never go away, and Roger Ebert will be dead of prostate cancer—if my curse works—within 16 months, and my film will live far past the biopsies that are removed from his anus.
El minuto que termine la copia final de mi película, nunca desaparecerá. Roger Ebert morirá de cáncer a la próstata -si mi maldición tiene efecto- en los próximos 16 meses, y mi película vivirá mucho más que las biopsias que le saquen por el ano.
La respuesta de Ebert estuvo a la altura.
I had a colonoscopy once, and they let me watch it on TV. It was more entertaining than ‘The Brown Bunny.’
Una vez me hicieron una colonoscopía, y me dejaron verla por la tele. Fue más entretenida que ‘The Brown Bunny.’
Meses después de la «maldición», a Ebert le diagnosticaron cáncer, pero no a la prostata, sino que a las glándulas salivales. Desde entonces, ya lo han operado tres veces. Esta vez es la primera que la recuperación le ha salido más dura. Tiempo después, Vincent Gallo se arrepintió de lo dicho (y Ebert lo perdonó). Pero el cáncer sigue ahí.
Lo que más me impresiona de esta historia es que un crítico de cine tenga cáncer a las glándulas salivales. ¿Cómo alguien puede tener cáncer a las glándulas salivales? Es terrible, lo sé. No me estoy riendo de esto, pero ¿será acaso este cáncer el efecto represivo sobre esas glándulas durante toda una carrera? O dicho de otra forma, ¿babeó Ebert por demasiadas películas que después dijo que no le gustaron?
5 respuestas a «Roger Ebert grave, pero estable»
Yo siempre he pensado qué pasaría si las cosas que le deseo a alguien en un momento de furia, se concretaran… Bueno, de partida, la mitad de los micreros se habrían dado ya con un poste en la esquina siguiente a la que no me pararon.
A mí me estaría dando cáncer a las manos por escribir tanta cosa a quien no lo lee.
Shidi !
Facinante personaje este Gallo: talentoso, pero es un pesado de la hostia. En su website, vende su semen. Un poser de tomo y lomo, y republicano, más encima. Vino acá a San Francisco a ‘pinchar’ discos en un pub taquilleitor, fantasié con ir con unos amigos a hacerle una camotera. En fin… saludos
Yo creo que babeo por muchas películas malas, que a nadie les gusto.
¿Habrá una proporción entre transigencia y los años que suman en la vida de una persona??
Digo esto por las vanaglorias que Ebert le propinó a un bodrio como Crash, y ahora último lo que opinó de El Código Da Vinci.
Sin duda es aún un referente importante, pero prefiero a Rosenbaum.
Saludos!
Pobre Ebert!?
se muriò uno de los co directores de Whisky y 25 watts…mala cosa…