Este tema de los restos mal identificados del Patio 29 por el Servicio Médico Legal tuvo una víctima que en el mundo documental se conoció bien: Fernando Olivares Mori, cuya identificación de sus restos fue registrada por Silvio Caiozzi en el emocionante corto documental «Fernando ha vuelto»… sigue sin aparecer. De acuerdo a las noticias de hoy, Fernando Olivares está en el listado de DD.DD. que fue mal identificado.
Esto me hace pensar en demasiadas cosas: que el dolor no puede ser sepultado, que los familiares que allí se abrazan en silencio hoy deben seguir en esa triste travesía… y que los ánimos conclusivos del cine, con sus habituales estructuras aristotélicas siempre queda empequeñecida ante la realidad.
¿Tomará Caiozzi la cámara nuevamente para conocer la suerte de su amigo? ¿Debería realmente volver a registrar el dolor y la búsqueda de estos familiares?
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ACTUALIZACIÓN, MIERCOLES 26 ABRIL, 9:09 AM: Según respondió Caiozzi en el Diario Siete de ayer martes (no disponible en internet), y en El Mercurio y LUN de hoy miércoles, tiene dudas con seguir con el documentales. Como se dice habitualmente, ni confirmó ni desmintió la posibilidad de hacer algo así:
¿Y se le ha pasado por la cabeza la posibilidad de una secuela? “No lo sé. Efectivamente, estoy teniendo muchas sensaciones, pero no sé si en algún momento las cosas se clarificarán lo suficiente para tomar una cámara y continuar el documental. Mi labor no es hacer de periodista”.
6 respuestas a «Fernando no ha vuelto»
Así es, el dolor no se puede sepultar.
Aunque pasen miles de años, la tristeza y las heridas quedan.
Un gran abrazo a todas esas familias. Esperemos que algún día la verdad salga a la luz.
Chamila Rodríguez. (ACTRIZ)
Sería un documental todavía más complejo. Con la neglicencia y la violencia en el aire. Es paradógico total, como si el error no hubiera sido solo del servicio medico legal, sino tambien del cineasta y de todos los espectadores. Es de esperar que el próximo documental traiga una verdad. Hasta a mi me dan ganas de pedirle disculpa a esas familias.
Uno puede hacer muchas reflexiones muy modosas, con palabras esponjosas como «dolor», «esperanza» pero yo creo que a estas alturas lo único sensato de decirle a los responsables -SML, abogados, autoridades directamente relacionadas en la «lamentable confusiónes»- es que son todos unos conchesdesumadre y ojalá que tengan una muerte lenta, solitaria y dolorosa para que sepan lo que es canela los culiados.
Saludos
TG
no se me ocurre qué decir ante un hecho tan macabro como esto.
Es realmente triste lo que ocurre en nuestro país. Todo se hace a medias…hasta en temas tan importantes como la identificación de los cuerpos de los detenidos desaparecidos. Cómo es posible que hayan callado un error tan grave. Que vergüenza… pensé que la dictadura podría haver sido lo pero que le ocurrió a este país, pero me doy cuenta que en democracia el olvido y la mentira son más aberrantes.
Ayer miércoles 10 de mayo, estuve con el hermano de Fernando, Miguel Olivares, en la patio 29. Me contó acerca de lo ocurrido (estudio periodismo), y lo que me sucedió fue extraño. Sentí ganas de abrazarlo, de pedirle disculpas por la naturaleza horrenda que puede surgir de la mente de los seres humanos. No sé cómo existe gente tan malvada…tan inhumana…
Esto no tiene perdón…y en nombre de la familia de Fernando (con todo respeto) pido que estos hechos sean denunciados ante los ojos del mundo…sólo así no lograraán lo que quieren en el gobierno: el olvido.
Recuerdo la frase que me repetió Miguel cuando pisabamos la tierra seca y abandonada del Patio 29:
«Este dolor, este sentimiento de incertidumbre, y esta aberración en contra de los derechos humanos es como si hubiera pasado hace 3 minutos…no hace más de 30 años…porque para nuestras familias el tiempo no lo cura todo».
Señor Ricardo Lagos…esperamos sus explicaciones. Y usted… al que yo creía el mejor presidente desde mi corta existencia.
“Un documental serio y profesional que muestra el sufrimiento de los familiares de los detenidos desaparecidos al ver por primera vez lo que quedan de los restos de uno de sus seres queridos. La angustia, el dolor por tanto tiempo de espera sin saber nada de ellos. El trabajo de identificación de los médicos, las marcas de las balas y huellas de torturas…conmociona”.
Alejandro Chánique
Periodista.