Hoy se estrenaron cuatro películas con gente que corre: «Aeon Flux», la única película en años en que Charlize Theron no sabe desfigurada (basada en esa noventera serie animada de MTV); «Descarrilados», un drama ferroviario con Clive Owen y Jennifer Aniston; «Firewall», que no es el drama de unos hackers que se les borra el disco duro, sino que la última película de acción de Harrison Ford (el abuelito todavía corre); y, bueno, la que parece la mejor del lote, «Oliver Twist» de Roman Polanski. Si las van a ver, pueden leer las críticas recolectadas y dejar sus comentarios en las páginas linkeadas de cada una. Para hacerle espacio a estos estrenos, hoy salieron de cartelera en Santiago «Johnny & June» (nadie pesca el Oscar) y «El ojo», ambas ya disponibles en DVDclubs como Club DVD y July. «Old boy» salió de los multicines, pero sigue con una función nocturna en el Alameda. Otras, como «Munich», «Tierra Fría», «Más barato por docena 2», «La joya de la familia» y «Valiant» están en las últimas, antes de salir de cartelera. Si a alguien le interesa, la ganadora de ¡tres! Oscars «Crash» se reestrenó en una sala del Cine Hoyts La Reina, en el Tobalaba y en el Biógrafo (y no en diez salas, como dijo Ana Josefa Silva en la portada de La Segunda del lunes pasado); y «Play» volvió al Alameda.
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7 respuestas a «Gente que corre»
Hola, acabo de descubrir tu blog y me parece muy bueno. Te felicito. Fui a ver «Oliver Twist» y creo que no debieras perdértela. Es un filme extraordinario, digno del maestro Polanski, que le saca el máximo partido a la novela de Dickens en todo lo que se refiere a los temas de la inocencia, el mal, la culpa, el perdón, y la providencia. La actuación de Ben Kingsley como Fagin es fuera de serie, y uno sale del cine perturbado, conmovido por este relato bañado de maléfica luz de llena y planos que nos recuerdan la importante cuota de prisión que tiene la existencia humana.
ES una lata lo que ocurre con el cine oriental. El año pasado hicimos una cadena de emails para que la cadena Hoyts trajera INNOCENCE (Ghost in the shell 2) pero no se dieron ni por aludidos.
Traen Sen to Chihiro con dos años de retraso (cuando todos quienes la querían ver ya la habían visto) y ¡doblada al español!! cerrando aún más la posibilidad de que el verdadero público objetivo de ese film asistiera a las salas.
Ahora traen Oldboy con los mismos dos años de retraso…a pesar de haber sido la cinta que debió ganar ese Cannes (que lo recibió Fahrenheit 911 sólo por razones políticas).
Park chul soo, Chan wook park, Kim ki duk, por nombrar algunos, ya son número puesto en todo el planeta. Ni hablar de Shinja Tsukamoto…vamos a tener que esperar 10 años para ver VITAL en algun festival cagón de instituto. Esto me recuerda lo que nos pasó en la década del 70 gracias al auspicio de Pinochet: el ska, el punk, la new wave y toda la revolución cultural más importante desde el hippismo pasó por nuestro costado y ni nos enteramos.
saludos
jorge baradit
Gracias, René. Tu blog queda de inmediato anotado en los links de acá a la izquierda, bajo «otros blogs». Qué agrado volver a leerte… y escribiendo de cine. ¡Saludos!
GM
¿Alguien ha visto Japanese Story? La están exhibiendo sólo en El Biógrafo y me voló el mate. Muy pequeña, muy medida, pero al final te deja boqueando. Me impresionó. Y no he visto que la hayan pescado más allá de un comentario mínimo en el Wikén. Vale la pena.
Hay mucha verdad en lo que dice Jorge, pero también hay que tomar en cuenta la vieja historia: esa gran masa de devotos del cine raro, oriental o simplemente no-masivo a la larga parece que es mucho más chica de lo que nos gustaría creer. Y un montón de buenas películas de esos pastos en el pasado ha llegado a salas y se han ido cagando después de juntar siete pelagatos en cuatro funciones. ¿Dónde están ahí los miles de fanáticos? Macaquéandose en las casas, viendo sus AVI rascas y prefiriendo ahorrarse las lucas en vez de ver las pelis en cine. Que además llegan con atraso. Es un puto círculo vicioso.
Es un misterio, además, porque si hay un cine que debería ser absolutamente mainstream en Chile -hablo de lo que vieran grandes y chicos, viejas y nanas- es el oriental: a la larga, Bruce Lee, Jackie Chan y Bolo Yeung son harto más conocidos y seguidos acá que Woody Allen y Scorsese. A Dios gracias, si me preguntan.
Nada que ver… pero volviendo a un tema que ya se comentó por estos pagos. ¿En qué quedó la ley de tabaco con respecto al cine? Veo que ya está lista para que la firme Bachelet y que en ella está el articulito famoso de… «no podrá desarrollarse ningún tipo de publicidad encubierta, por medios indirectos, entendiendo por tal, la promoción a través del consumo realizado por actores de televisión, cine o teatro, a modo meramente ejemplar.» ¿Qué pasa ahora, hay que purificar esos immundos guiones, esas putrefactas y pecaminosas películas?
Just for the record, la iniciativa fue rechazada. Menos mal. Según el senador Viera-Gallo, en una de sus ultimas intervfenciones antes de dejar el senado (8 de marzo de 2006), “en lo relativo a la prohibición de publicidad encubierta en el cine, televisión o teatro, se rechazó la norma porque se consideró que no hay en el mundo una experiencia legislativa suficiente que la avale. Además, se privilegió la libertad de expresión y creación artística”.
Uf. Estuvimos cerca.
Uf indeed, menos mal.