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Zapatos de Chabrol

Basta. Debe ser mi ignorancia cinéfila, que sigue siendo vasta, pero no recuerdo haber visto NUNCA una película de Chabrol que me haya dejado impresionado. ¿Me pueden refrescar la memoria? La verdad, me carga su cine «interesante», sus sobremesas vacías, su gusto por cierta seudoaristocracia francesa, su ironía fome, sus botellas de vino con lindas etiquetas. Es muy pillo Chabrol, lo suficientemente inteligente para hacer películas «interesantes» que dicen muy poco. ¿A que viene esto? «La comedia del poder» es una muy obvia y mal filmada denuncia «irónica» sobre los mecanismos del poder enfrentados a la justicia, representada por una Ana Gloria Chevesich francesa (la siempre bella e histérica Isabelle Huppert) que trabaja todo el día para acabar con una red de corrupción gubernamental. Chabrol es muy prolífico, pero ciertamente menos interesante que sus contemporáneos, y su manera de filmar me parece totalmente automática, desprolija y anticuada. Creo que ya me cansé de ese cine suyo de casas en la campiña, restoranes caros, pequeñas intrigas deflagrantes y operetas decimonónicas con personajes hundidos en su propio aburrimiento. Vamos, gritemos todos juntos: ¡Qué lata Chabrol!

Por Gonzalo MAZA

14 respuestas a «Zapatos de Chabrol»

A mi me gustó. Me gusta Chabrol. Tengo un alcance que puede funcionar como defensa. La noción de «aristocracia» no es equivalente a la de «burguesía». Y en este caso no es irrelevante la distinción De hecho, aunuqe «aristocracia» es una relectura francesa moderna de la noción griega que a uno le enseñan en el colegio (Raymond Williams tiene un estupendo diccionario sobre conceptos como ese) y se acerca a la idea de burguesía no son lo mismo. La palabra «aristocracia» fue reflotada por los franceses en el siglo XVII. Burguesía o «aburguesamiento» tiene una textura distinta que es lo que le gusta explotar a Chabrol. Una textura que tiene que ver con la noción de «buen tono» ligado a la distinción intelectual, el disfrute del arte y el control civilizado de los hábitos y conductas en contraposición a las pasiones (Caché es de una línea similar).
Tal vez sea una maña que no sea del gusto de una audiencia muy extendida y que tampoco sea atractiva para un cinéfilo (yo no lo soy y opino como simple espectador) pero yo no creo que sea como para decir que es «aburrido». Ese tipo de temática tal vez tenga una mejor acogida en ´sociedades con clases medias cultivadas en el foco de las relaciones interpersonales en las que las formas son lo principal (algo que en Chile, con una clase media anémica y que no se remonta a más de dos generaciones es escaso). Por otro lado la alta burguesía chilena (autodenominada aristocracia) tiene menos de esa noción de cultivo intelectual y mucho de identidad de casta.
Desde mi modesta opinión creo que el valor del retrato que hace Chabrol no es insifgnificante y responde a la sociedad en la que se desenvuelve. No es casual que Bordieu _otro francés- haya hecho del tema de «la distinción» una entrada para hablar sobre una forma sutil de poder. Sé que puede sonar latero, pero todos esos signos me encantan y mi nombre mismo (Tanto Gusto) tiene que ver con esa debilidad. Por eso me engrifé cuando hablaste de lo de «pinta de universidad de Chile». La idea de «tener pinta» en Chile es el equivalente de la distinción en un país de mestizaje desequilibrado, es un esquema estético de poder, menosprecio y dominación.
No tengo argumentos cinematográficos para rebatirte, más que mi gusto.
Cariños miles

TG

Qué interesante tu comentario, Maza.
Creo que te pegaste en la cabeza.
Chabrol es un grande. Por supuesto que es inteligente. Y claro que tiene algunas películas mediocres, pero La Ceremonia, Asunto de mujeres o Gracias por el chocolate salvan cualquier prestigio.
No sé cómo leíste La comedia del poder, porque para mí se basa en un recurso que Chabrol ha usado varias veces, y que es narrar en detalle algo que no es tan importante al final, como la investigación judicial (nunca se sabe exactamente en qué consisten los sobornos) para hablar en paralelo de lo que realmente le interesa, que son las políticas sexuales entre hombres y mujeres. Todo el tema al final es la relación de Huppert con ese marido que se siente más y más pelele.
La comedia del poder (la borrachera, como diría el original) es que el único poder duradero, real y estable en la película es el que tiene la jueza sobre su marido. Y el único que puede acercarse a ella sin sufrir daño es el sobrino, justamente porque ha elegido quedarse FUERA del poder.
Todos los super-ejecutivos que desfilan por su despacho son unos nadies y está bien, porque el suyo no es poder real, sino una red de contactos de la cual ellos son simples bujías, que se queman y reemplazan. El de ella como jueza es real -fíjate el trato de abeja reina que le dan sus guardias y secretarios-, pero sólo mientras no intente acceder a los escalones altos de la red.
Te puede gustar o no cómo filma Chabrol, pero no podría decir que el tipo es desprolijo. Menos anticuado. De hecho, pienso que le da cancha, tiro y lado a todo lo que he visto de Truffaut (salvo La mujer de al lado) respecto a tratar la manera en que las personas se relacionan, cómo se enamoran, cómo odian, cómo se vuelven locas. Saco a colación a ese misógino solapado porque siempre se le postula poco menos que como el gran héroe del grupo y a Chabrol como el artesano de segunda división, y para mí es exactamente al revés.
Ojalá tuviéramos un Chabrol por estos pagos.

Muy interesante la distinción, Tanto Gusto. Creo que simplemente usé mal el término: lo que desde acá parece aristocracia (o claro, seudo aristocracia) es claramente burguesía, como bien dices
— Aunque pensé que ya nunca más ocuparía estas palabras (más aún si uno pretende no ser tergiversado)
— Eso sí, mi punto no es que Chabrol sea «aburrido» -algo que en sí es una crítica muy poco elaborada, casi infantil- sino que cuando veo sus películas veo los TEMAS CHABROL… pero no veo una manifestación cinematografica distintiva y en los que «se expresen» esos temas.

A ver, sin enredarme: no creo que necesite 20 películas de Chabrol para darme cuenta que el tipo tiene una crítica y una visión algo temible de las familias burguesas francesas. Chabrol vincula esa formación economico-intelectual con cierta «maldad» intrínseca a estas personas «más sofisticadas» de la escala social, «maldad» que a sí mismo vincula con el poder.

Y listo, sería todo. Burgueses tienen cierto poder, lo que los acerca a ciertos bordes morales de los cuales Chabrol [a] se ríe o [b] se horroriza.

Con todo lo interesante que pueda ser este tema, sus películas recurren a él casi con paso cansino, y esto es lo que yo llamo «aburrido». No puedo desconocer cierto encanto, cierta manera de dirigir actores que me parece atractiva, pero Chabrol no me parece un cineasta que esté intentando expander las fronteras de su propio cine, por decirlo de alguna manera.

[Si no han visto la película, paren de leer aquí]

Y respecto a Villalobos, bueno, creo que por ahí va la decodificación de lo que me molesta de Chabrol: no siento que nada de lo que dices esté efectivamente en su cine. Las tuyas son lecturas, pero me gustaría ver pruebas para una frase tan encantadora como «el único poder duradero, real y estable en la película es el que tiene la jueza sobre su marido». No sé si vimos la misma película. De hecho, la película dice más bien lo contrario. La mujer no parece preocuparse demasiado por el accidente del marido, como en toda la película no se ha preocupado de él. No creo que la mujer ni siquiera ejerza ese poder sobre su marido: me parece más claro en su personaje que su único motor para pasarse toda la noche estudiando y trabajando no es el reconocimiento, como uno podría esperarse de una Chevesich como ella, sino la demostración directa de cierta «hipótesis vital» de la mujer: que todo «es una mierda». Incluso, de alguna manera el que la saquen del caso es una especie de triunfo. «Está demostrado: esto es una mierda», lo que le hace darse el gusto de recomendarle a su jefe de que se compre bolas con la plata que tenía pensada darle de bonificación. Lo mismo el intento de suicidio del marido: el marido es una mierda para la jueza, le da lo mismo ese accidente y la posibilidad de que haya tenido una pistola en la casa. Chabrol hace mucho más simpático al sobrino, porque aunque sea un vago, representa muy bien los ideales de vida burgueses: buena pinta, maneja un buen auto, se gana la vida jugando poker.

Chabrol dice con sus películas: «Uuhhh, estos burgueses se hacen los cool, pero en el fondo son seres egoistas que no les importa nada más que sí mismos, aunque escondan esa ambición bajo una cínica búsqueda de ideales democráticos. Son unos car’e raja».

Creo que está bien: incluso podría compartir esa crítica que hace Chabrol al cierta burguesía que a menudo se siente superior que el resto. Pero me parece que regocijarse con los mismo temas durante de tanto tiempo ya no es atractivo, y me hace pensar que es porque o Chabrol tiene demasiado que criticarle a los burgueses (mal que mal, los que son la mayoría de sus espectadores) o no se le ocurre nada más. Y peor aún: eso hace que la mayoría, sino todos los personajes de su cine, sean los seres más impersonales y gélidos de la historia del cine.

Y quizás no tenemos Chabroles por estos lados (no tenemos burguesía, como bien dice Tanto Gusto), pero sí tenemos directores desvinculados emocionalmente de sus personajes. ¿Te sirve?

Blablablá. Quiero hablar de algo *realmente* importante…

Por favor ayúdenme a adelantarle saludos cumpleañeros a Gonzalo, que está de aniversario mañana sábado, 4 de noviembre.

Siempre me acuerdo de esa vez q yo tenía fiebre y te llamé para saludarte el 4 de DICIEMBRE y tú me agradeciste y me dijiste «isabel, mi cumpleaños fue el 4 de noviembre… y tú estuviste ahí.» jejeje

no he visto la peli y no soy un fan de chabrol, aunque luego de pasearme por este foro me han dado hartas ganas de verla. concuerdo en que chabrol me parece un tipo que no aporta mucho en cuanto a la puesta en escena, pero no diría lo mismo del tratamiento de sus personajes.
respecto a la distinción burguesía-aristocracia que hace correctamente tantogusto, quisiera añadir un tema más de fondo: históricamente en europa son clases sociales distintas, con la aristocracia vinculada al campo (rentistas) y la burguesía a las ciudades (hombres de negocios). la textura de impulsos moderados que señalas tiene que ver con un pasado menos civilizado que está mucho más cerca, son siempre en comparación a la aristocracia «nuevos ricos» y «clase media». no sé si estoy de acuerdo con maza en la maldad intrínseca que chabrol le atribuiría a la burguesía, sino más bien creo que apunta al fracaso de su civilización perfecta. los impulsos reprimidos con tanta sofisticación siempre terminan encontrando maneras de salir afuera. no es la idea más elaborada del mundo, pero es digna de unas cuantas pelis, creo.

Gonzo, son post como estos los que me hacen reafirmar aun más nuestra amistad que, sabemos, se gestó hablando de películas.Opino lo mismo sobre Chabrol, así que no repetiré argumentos. Sí creo que los gustos y especialmente las sensibilidades de cada uno son distintas. Al final, no hay nada escrito sobre eso. Whatever. Me quedo con Nacho Libre. Y happy birthday! http://bola-extra.blogspot.com

como en muchas cosas, soy un ignorante respecto de Chabrol. Truffaut lo siento más cerca, supongo que por culpa de Spielberg, La mujer de al lado y el hombre que amaba a las mujeres, que aunque DV la aborrezca a mi me mata. En fin, me uno a Isabel con lo de feliz cumpleaños gonzo, ayer tipo nueve AM te made un mensaje, pero parece que te llego como a las doce de la noche, porque a las once me reboto que por eso del nuevo 9, el msn no había podido mandarse. Así que lo intenté de nuevo y ahí salio. Sería, este es un blog de cine no de vidas privadas, asi que ejecto mi asiento.

Tal como Fortega, me confieso un ignorante absoluto en Chabrol. No me aguanto, sin embargo, de meter la cuchara. El tema de la burguesía y la decadencia de la burguesía, entendida como Crisis y TG precisan, me parece recurrente en todo o la gran mayoría del cine europeo (que llega al circuito comercial chileno por lo menos). Pensando en gallos tan distintos como Haneke, Ozon o Noe, el entorno, el tema de esa clase media ilustrada cayendo al salvajismo sin querer queriendo se tiende a repetir.
Puedo elucubrar dos razones, en distintos niveles de profundidad:
1) Los cineastas europeos, al igual que los lectores de éste blog (a la chilena), pertenecen a esa burguesía. Hablan de lo que tienen cerca.
2) Esa burguesía representa, por así decirlo, a la Europa del Siglo XX, la Europa de nuestros padres o abuelos. Europa que para bien o para mal, está dejando de existir dando paso a una Europa multicultural, globalizada y, si se quiere, americanizada.
Medio carril. Supongo que la gracia de los blogs son éste tipo de especulaciones espontáneas.
Feliz cumpleaños!

De Chabrol solo vi «La Ceremonia» y no me pareció una mala pelicula. Aunque por las historias que guian sus peliculas el tipo tiene una fijacion con la familia burguesa y sus miserias.
Y no digo mas porque estaría chamullando.

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