Partió la RUIZTON, fíjense. Partió el sábado pasado. Antes de que me empiecen a retar diciendo «¿por qué no avisaste?», «¡quería ir!» y esa clase de cosas, les quiero contar que a pesar de ese lapsus provocado por la abrupta llegada desde Valdivia y la rápida reinserción en la realidad, aún así, con cero promoción, una 20 personas se acercaron el sábado pasado al mediodía al Microcine de la Cineteca Nacional. Y vimos un extracto de dos minutos de «La maleta» (tomado del documental «Pepe Duvauchelle» de Héctor Ríos) y «Tres tristes tigres». Tuvimos un torpe problema con el proyector que paró la función cuando quedaban unos 20 mintuos antes de terminar esta última, lo que nos obligó a cambiarnos de sala y luego, volver a la misma sala del comienzo (!). A pesar de esta lata (falla que localizamos y que no debería volver a repetirse) el público fue entusiasta y tuvo una paciencia infinita. Como alguien dijo en un comentario por acá, todo pasó cuando un personaje pedía que apagaran la tele en un bar. La tele se nos apagó a nosotros. En fin.
Por lo pronto, seguimos este sábado con tres películas: «Nadie dijo nada» (1971, 125 minutos); «La colonia penal» (1972, 67 minutos) y «Qué hacer» (1972, 89 minutos). Es decir, estamos hablando de un programa de 281 minutos, o sea, cuatro horas y 41 minutos. Todo comenzará el sábado al mediodía, para terminar cerca de las cinco de la tarde. Si calculan bien, pueden llegar a la película que les antoje. Habrá muy breves interrupciones entre una película y otra, con presentaciones de Raúl Camargo (lamentablemente este sábado estaré fuera de Santiago). «Nadie dijo nada» irá con subtítulos en español, para ayudar a los problemas de audio. Es una gran película, una imperdible, muy chistosa, una especie de «Diálogos de exiliados» pero antes del exilio. Cuenta las andanzas de un grupo de escritores chantas de la Sociedad de Escritores de Chile que tratan de sacarse de encima a un latero Luis Alarcón que se les pega como lapa para todos lados. Shenda Román, que ya estaba magnífica en «Tres tristes tigres» se vuelve a robar la película y el gran Nelson Villagra brilla como un inefable cantante argentino que aparece por todos lados… ¡y que es el mismísimo Satanás! Muchos bares y conversaciones de bares como corresponde con Ruiz. «La colonia penal», por su lado, es una película muy rara (y difícil de ver) sobre una especie de isla latinoamericana de prisioneros a la que es invitada una periodista chilena. Muy kafkiana, y wellesiana, y al mismo tiempo, muy alegórica y política. La copia está en español con subtítulos en inglés. Finalmente, «¡Qué hacer!» es un trabajo colectivo encabezado por Saul Landau, y codirigida por James Beckett, Nina Serrano, Bill Yahraus y Ruiz. La idea era realizar una película sobre las elecciones de Allende, pero el resultado al parecer es una melcocha política a medio camino entre el documental y el docudrama. No sé, hay que verla. La pregunta ¿Qué hacer?, como bien anotan en este artículo de Film Quarterly, es la pregunta que estaba al comienzo de hacer una revolución marxista tal como la había concebido Lenin. Ya saben. No falten. Es una de las funciones imperdibles del ciclo. Para los que quieran más detalles, Rodrigo Miranda ya se adelantó a la Ruiztón y hace sendos comentarios de dos de las tres películas en su blog.
4 respuestas a «RUIZTON: En qué estamos»
ya no se puede confiar en nadie
Creo que la idea de la Ruizton es notable. Muchas felicitaciones por la iniciativa. Un abrazo desde Valparaíso.
hoy estaba en clases y un compañero egipcio me conto que hace años, raul ruiz estaba en italia, andaba con una camara de cine, tenia ganas de filmar, de rodar. entonces hizo todo un casting con sus colegas, en el pueblo donde estaba. el problema es que no tenia latas de celuloide, por ende, no podia filmar nada. pero la «filmó» igual, solo por darle la experiencia de hacer una pelicula al pueblo donde estaba… creo que es el anecdota mas pelacable sobre ruiz que he oido…
tanta mala leche!, el pobre pedro pavez opina y ya lo estan ninguneando… que onda?