No quiero ser alarmista, pero todo indica que este año se les pasó la mano. Acaban de salir publicados los resultados del Fondo de Fomento Audiovisual de Largometrajes. De 119 proyectos, solo se premiaron 14. Es decir, este año tenemos 105 perdedores que están revisando el listado de jurados de este año. No los busquen más, aquí se los entrego: Ignacio Agüero, Orlando Lübbert, Rodrigo «Guatón» Sepúlveda (para no confundirse con el otro RS), Sergio Trabucco y Omar Villegas. Si quieren también les paso sus direcciones y teléfonos, y una foto con sus caras para comenzar las sesiones de vudú.
Ahora bien, si ustedes son de los que todavía creen que la culpa de no haber ganado el FFA la tiene el jurado, bueno, vamos actualizando el software. Los jurados cambian todos los años, amigos, pero el Fondo es el mismo, y les puedo decir que año a año va de mal en peor. Así que no, compañeros, no es un tema de jurados. Ojalá lo fuera: es más triste.
El FFA debe ser reformado URGENTE, ya lo hemos dicho varias veces en este blog. ¿Por qué digo esto? ¿Por qué no ganan los mejores proyectos? No. Muchos proyectos buenos han sido financiados por FFA. ¿Por qué entonces? Porque el fondo actualmente es una cosa, y es la única cosa que no puede ser: errático. Es una lotería. Tiene sumida en la angustia a todo el mundo audiovisual y, como estamos en un medio pequeño, genera rencillas y malas ondas que perduran por años. El FFA lesiona el tejido social de la producción local. ¿Y eso, por qué sería? Yo anoto una sola y gran razón: PORQUE EL SISTEMA DE EVALUACION DEL FFA ESTÁ HECHO AL LOTE. Como el forro, si me permiten la expresión.
Las razones son varias. Por una parte, tienen pocos evaluadores que les pagan poco y nada y que deben revisar decenas de proyectos en poco tiempo. Resultado: los evaluadores no pueden especializarse en serlo, los proyectos son leídos con sueño, cuando llegan del trabajo diario (porque no pagan lo suficiente para dedicación exclusiva) y, peor aún, no reciben de parte del FFA un criterio claro de qué debe ser premiado. A diferencia de CORFO y CNTV (dos fondos que tiene buena fama), el FFA no invita jurados internacionales y de hecho, se produce la paradoja de que el FFA es el que más plata reparte y el que menos plata dedica a sus jurados. Como ejemplo, CORFO reparte 550 millones, pero 55 millones los dedica a jurados, un 10%. El FFA reparte 1.500 millones y -estimaciones mías, pero generosas- no debe gastar más de 30 millones en jurados (pagan una UTM por proyecto evaluado). ES DECIR, un 2%. ES DECIR, institucionalmente el FFA se lava las manos: deja todo en manos del jurado (gente de la industria, pero inexpertos como evaluadores) quienes -algo confundidos, con sueño, estresados y con hambre- año a año reformulan el criterio de lo que premian. Ellos son los que año a año transforman el FFA en la lotería que es actualmente.
Así que tenemos un FFA lleno de buenas intenciones pero que termina destruyendo lo que más falta en la industria local: capacidad de trabajo colaborativo. Tenemos un FFA neoliberal, donde todos compiten con todos, pero peor incluso, porque a diferencia del mercado de compra y venta, es imposible saber para el artista/empresario cuándo está haciendo bien las cosas y cuando las está haciendo mal (las evaluaciones que publican de los proyectos a menudo son contradictorias e indignantes). Una pesadilla, para decirlo en corto.
Hay un segundo problema, que se ha ido acentuando con los años, y que hace más pesado el problema anterior: cada vez se premian menos proyectos, pero se han aumentado los montos. Tenemos un fondo profundamente arribista: da más plata a menos proyectos. Esto se agrava con lo anterior: no hay nada malo en premiar pocos proyectos si todos ellos son de excelencia, pero… ¿si hay fallas en el proceso de evaluación?
Finalmente, el gran perdedor de este año son los documentales. Es insólito cuando revisamos los ganadores del 2000 comparados con los de este año. En el 2000, quince proyectos de largometraje ganaron el FFA. Este año se premiaron 14, uno menos, y distribuidos de otra forma: en el 2000, siete de ficción y ocho de documental; en el 2007, ganaron 9 de ficción y cinco de documental. Pero si nos ponemos a revisar los montos, las diferencias entre ficción y documental son más abismantes. En el 2000, cada proyecto de ficción ganó en promedio un premio de 36 millones; este año, en ficción cada película ganó en promedio 92,5 millones. En documental, por el otro lado, en el 2000 cada proyecto fue premiado, en promedio, con 11,8 millones. Este año, el promedio creció a 46,5 millones por documental.
¿Qué significan estas cifras? Que el FFA, consciente o inconscientemente, está en una política de premiar menos proyectos documentales, con mucha plata. Lo que es alarmante de esto (y por favor, no me odien por decirlo) es que 4 de los 5 documentales premiados son OPERAS PRIMAS. Es decir, en el documental, el género con más tradición y más premios internacionales en Chile, los realizadores con trayectoria fueron ninguneados.
Si en ficción pasara algo parecido habría un escándalo; si de los nueve proyectos presentados hubieran ganado, no sé, siete OPERAS PRIMAS estaríamos dejando el fondo exclusivamente a nuevos talentos. (No fue así: solo premiaron tres primeras películas).
En fin… ¿qué significa todo esto? Que el FFA está estructuralmente fallado. No tiene idea lo que premia, fomenta las malas evaluaciones, produce rencillas innecesarias en el medio audiovisual y termina dando mala fama al mismo fondo. El FFA debe aprender de CORFO y el CNTV urgente. Necesita ser reconstruido. Pero no mañana ni pasado: ahora.
24 respuestas a «¿Y a ti? ¿Por qué te rechazaron en el Fondo de Fomento Audiovisual?»
No se ustedes, pero yo gané guatones picaos.
Igual tienes un punto con la poca plata para los jurados en relación a Corfo y es obvio que hay muchísimas cosas perfectibles, como siempre. No conozco ningún fondo o concurso que no genere incertidumbres, roces y sensación de lotería (sobretodo en los perdedores).
Pero hay argumentos que caen en la categoría de «palos porque bogas y palos porque no bogas». O sea, con menos óperas primas estarían todos alegando… «claro, los mismos viejos de siempre» y con más proyectos y menos plata el alegato obvio es: «el fondo es un saludo a la bandera, te lo ganas e igual no puedes hacer tu película».
Y aunque muchos no estarán de acuerdo, para mi el hecho que el estado te de plata para hacer tu película es un tremendo privilegio más que un derecho para exigir voz en cuello. Ya que deciden darla, ojalá la evaluación sea lo mejor posible, pero por favor, guardemos las piedras y gritos para otras causas.
Felicitaciones a los ganadores, sobretodo a los habitués de Analízame!
Concuerdo con M. Gómez.
Muy interesante el post de Maza, pero cuando dice que el FFA «tiene sumido en la angustia a todo el mundo audiovisual (local)» como que me sonó hiperventilado.
Está excelente que el Estado destine fondos al audiovisual. Estamos todos de acuerdo que los criterios deben corregirse. Pero pucha, no perdamos de vista que es una ayuda, que hay cientos de directores que salen adelante sin fondos ni becas ni premios aquí y en la quebrada del ají, y que depositar en los criterios del FFA algo así como la salud mental de «nuestros directores» no es nada sano.
Y pucha, de nuevo el mismo rollo: ah, no premiaron directores consagrados, ah, los están NINGUNEANDO. ¿Y qué tal si tuvieron un mal año y presentaron una idea charcha? La gente se cae. Okey, los evaluadores seguro, pero ¿por qué no también los consagrados?
El FFA es solamente una ayuda, Villalobos tiene toda la razón. Además, se supone que tiene que fomentar solamente, no sostener totalmente (y el título de este post me parece demasiado berrinche. De verdad que no aporta en nada).
Yo creo que si no se gana el fondo, hay que hacer la película igual. Si es muy cara, hay que hacer otra película, mas barata.
(Sobre los jurados, no sé. Me informaré y opino)
Amigos, no se confundan. Una conducción errática de criterios (una ausencia de criterio de política cultural, en definitiva) no es del tipo de argumento «Palos porque bogas, palos porque no bogas». Yo creo que lo que estoy diciendo es SOLO «palos porque NO bogas». Que este año el 80% de la obras premiadas en documental sean operas primas no corresponde a una politica de Estado que diga: «sí, oye, nos vamos a dedicar a apoyar a los jóvenes», porque es muy probable que cuando cambie el jurado pase cualquier cosa. No se confundan, les digo. Me alegro por los proyectos ganadores (de hecho, soy guionista de uno de ellos, pero también me alegra ver ahí a AFA, Crisis, Pablo Perelman, Sebastián Silva, Esteban Larraín, ¡Cristián Sánchez, por fin!) pero sería muy egoísta de mi parte cegar mi análisis de un problema estructural de los fondos porque, yupi, ganamos este año.
La único que veo de parte de la institucionalidad cultural (y por favor, esta es una crítica seria, no un pataleo) es que ha sabido escuchar los alegatos de la Plataforma Audiovisual cuando han dicho hasta el cansancio de quieren más plata «por proyecto» en lugar de «más proyectos» ganadores. Esa es una realidad que para la ficción me parece muy bien (aunque yo pararía aquí… 135 millones me parece una cantidad decente de plata para un premio, aquí y en cualquier lado), pero creo que en el documental está todo sobredimensionado. Solo para ponerlo en contexto: uno de los aportes más grandes que pueden recibir un documental en Estados Unidos son los fondos que entrega la fundación George Soros a través de Sundance Documentary Fund. Postulan cada año mil trabajos, ganan app unos 30. ¿Cuánto es el tope que puede recibir un documental en Sundance? 75 mil dólares (38.250.000, al dolar de hoy). Y son explícitos en que por esa cantidad de plata lo que más valoran es que se traten de directores con una carrera.
Me parece que la política gremial de los directrores ha sido pedir y pedir cada vez más fondos, a lo que ha seguido la institucionalidad, sin poner atención a estos desbarajustes que se producen. Yo no veo en listado de ganadores ni a Cristian Leighton, ni a Osnovikoff+Perut, ni a Marcela Said, ni a Rolando Opazo, ni a Patricio Henríquez, etc, todo el listado de directores documentalistas más destacados de los últimos años, con más de una obra. ¿Digo con esto que los viejos son mejores que los jovenes? No. ¿Digo con esto que mal que hayan ganado puros jovenes? No. Digo: «Este es otro indicio de que esto es una lotería y no hay criterio». Hoy son estos, mañana son otros, que gane cualquiera, si es amigo mío me alegro y si no, me da lo mismo.
Toda esta exigencia es la misma exigencia que le hago a cualquier institución pública: mal que mal, los fondos de cultura son de alguna manera licitaciones de regimen anual, y no podemos quedarnos como ciudadanos -y en mi caso, como cinéfilos- con los brazos cruzados porque da lo mismo cómo se reparte una plata que es de todos. Eso no más digo. Eso no más. Repito lo del comienzo, no se confundan.
Informate bien, porque si hay jurados internacionales. Qué fácil es llenar una página con bla bla y bla.
Amigo Turnio, vuelve a tu escritorio de El Mercurio, será mejor. Sé perfectamente quien eres y me apena que seas tan cobarde para no escribir con tu nombre las cosas que jamás me dirías en la cara. Ahórrate el cinismo.
Gonzo, tenía susto de que compararas así como así pesos de 2000 contra pesos de 2007, así que te pasé todo a UF de las respectivas épocas ($ 15,500 para sept. 2000; $ 19,000 para el presente). Según tus datos en ficción 2000 se entregaron 2322 UF promedio/proyecto ganador; contra 4868 en 2007. Es una subida de poco más de 100 por ciento. En documental los números se transforman de 761 UF/promedio/proyecto ganador en 2000 a 2447, es decir, este monto para la categoría documental se ha más que triplicado.
Ahora no sé si el promedio de monto por proyecto ganador es un buen indicador: lo es si los montos que recibe cada proyecto no son demasiado diferentes.
http://www.celuloide.com.ar
Disculpa pero al leer los resultados encuentro un acierto la premiacion, en general se aprecian buenos proyectos, si en documental ganaron gente nueva sera porque sus proyectos seran buenos, nada mas.
Porque tan violento tu pataleo?, tus descargos estan llenos de contradicciones.
Lo extraño es que gran parte de lo que aquí se comenta fue parte de las conclusiones de la Convención Audiovisual. Muchos participamos allí con propuestas de trabajo, pero al parecer dichas propuestas sólo quedaron en el papel. Al parecer con nuestra participación terminamos legitimando las políticas del Estado, cuando justamente buscábamos abrir la discusión y generar cambios.
Lamentable…
Lo que a mi me huele a añejo son los 135 millones que se embolsó Littin para filmar el libro de Sergio Bitar.
Tiene razón raúl. El FFA es un fondo que aplica a ultranza el criterio «pares inter pares». Con este criterio, nunca se sienta jurisprudencia, en tanto junto con los jurados cambian los criterios de año a año, y es así que un proyecto que perdió en 2005 gana el 2006, siendo… el mismo proyecto.
El CAIA no quiere intervenir nunca, so pretexto de no ser «intervencionista» y recibir una reprimenda de parte de la derecha. Este exceso de celo en materia de probidad (aumentado por los problemas de transparencia durante la era Lagos) ha ido generando un inmovilismo funcionario que en la práctica lleva a considerar que TODA política cultural puede pasar por dirigista, o, más cínicamente, a que la mejor política (comunicacional) es la que no existe, en palabras de Tironi ’92.
Por eso en la Convención Audiovisual algunos alertaron acerca de la «acefalía» o «falta de timón» del consejo sectorial del cine. Y es cierto que pasados 9 meses, no ha habido mayor repercusión de las conclusiones elaboradas. Invito a todos al panel sobre «Repaso a la Convención Audiovisual» que tendrá lugar durante el festival de cine de valdivia para tematizar el FFA.
Cobarde y cínico, sólo por decirte que sí hay jurados internacionales entre los evaluadores (la lista que diste es incompleta). Yo no partí ofendiendo, sino aportando. Y que lata que te des el trabajo de espiar los números IP de quién escribe en tu blog, pensé que era abierto y público, y no sólo para elegidos.
El sr. Turnio aporta poco y ofende más. Podría haber dicho quienes eran los jurados internacionales y ahorrarse el comentario «bla bla». Se agarra de un error de Maza para desacreditar todo el trabajo, con una mala leche impresionante. Es el único que está fuera de tono en la discusión. Y no sé por qué esa paranoia de que le estén «espiando» el IP. EL Ip es público, ¿o no? Además, resulta que eres tú el que viene a mear en el living de Maza y esperas que traten como si nada ocurriera y que más encima te den comida. Entreparéntesis, no sé por qué existe la ondita en los blogs de que ser anónimo da lo mismo que no serlo. Nunca lo voy a entender.
Estimado Alfredo, puedo entender que el bla bla estuvo de más, pero no fue en mala (reconozco mi error), pero no vengo a mear nada. Sólo entiendo por tu comentario y por el de Maza, que entré en un terreno prohibido, de amigos y al cual no estoy invitado. Si miras el resto de mis anotaciones a este blog, te darás cuenta que siempre han sido para aportar. Disculpa que no tenga los nombres de los jurados, porque no tengo la información completa en mis manos, pero sé, muy bien, que hubo jurados argentinos, como otras veces. En este foro algunos hablan con una liviandad que sofoca y disparan ofendiendo (recuerden como dejaron a la chica que escribe comentarios de TV en el Mercurio, donde la caballerosidad la olvidaron … no creo que Maza se atreva alguna vez a decirle lo mismo a la cara), pero no me ofende ni los ofendo. Esperaba lo mismo de gente educada, pero parece que me equivoqué. Tu reacción más parece de una polola enojada que de un periodista educado. Y lo del IP no es paranoia, sino anecdótico: me parece curioso que pierdan tiempo revisando el IP para ver quien entra en su blog (yo al menos no lo haría, de hecho cuando leo este blog y otros leo el aporte ni me fijo en el nombre). Y no te preocupes, no voy a entrar más en su «living».
Y otra vez, le pido disculpas por el «bla bla». Estuvo de más, pero no era para ofender.
Lo cierto es que hay criterios tildados de objetivos, que están mal usados en la evaluación de este famosillo fondo. Por ejemplo, no es posible que se deje de lado un projecto por «falta de experiencia» de un realizador con un largometraje estrenado y premiado en el cuerpo, y se otorgue el fondo a peliculas de un realizador primerizo y sin estudios de cine (como la Vida Me Mata, independiente que la pelicula me gusta mucho). O bien que se base en la falta de cartas de compromiso por parte de inversionistas, siendo que fueron debidamente acompañadas. Raro por decirlo menos. Y lo peor es que en este caso se va a reclamar de una mala evaluación, pero no existe un criterio definido ni un procedimiento ni evaluación para errores de este tipo. No comparto el criterio de estudiante fiscal de pedirle todo al estado, pero por lo menos en un concurso de este tipo, y con montos de este calibre involucrados, lo mínimo es pedir claridad y acertividad. Sin mencionar los nombres de los evaluadores que en realidad son por lo menos objetables. El projecto del cual hablo tiene dos evaluciones artisticas, cuyas conclusiones son exactamente opuestas. Impotencia y verguenza. Bien por los ganadores, mis felicitaciones; mal por la decepción de una de las mejores iniciativas estatales de los últimos tiempos, pero con una politica de gestion cercana a la del transantiago. Una pena.
¿Qué tiene de prohibido? ¿Qué tienen que ver los amigos o los pololos? Yo mismo he escrito más atrás que los fondos al documental se han triplicado entre 2000 y ahora, lo que va contra el argumento de Mr. Maza.
Personalmente creo que el aumento de los montos es un acierto. Especialmente en el área de ficción. Se habla mucho de tener industria, para tener industria se necesitan buenas películas y sueldos dignos. Buenas películas se producen con cuidado, eso sumado a la aspiración de sueldos dignos esta abultando enormemente los presupuestos. Si el estado aporta US$ 200.000 aprox, los productores deben levantar al menos otra cifra similar por otros medios. Suena ok. Me parece que este año por primera vez las cifras fueron adecuadas.
También la abundante cantidad de operas primas. Si estos trabajos son mejores que los presentados por gente con trayectoria, bienvenidos.
Entiendo que el criterio del FFA es seleccionar lo mejor, independiente de si es opera prima o consagrado. A partir de ese criterio y el hecho de que los jurados cambien año a año, es evidente que se vuelve una lotería. También se dicute sobre si el fondo debiera premiar lo comercial o lo artístico. Este punto es discutible también, especialmente ahora que los fondos de devuelven. En los últimos años con ganadores como Alicia Scherson, Afa, Sebastián Lelio, Crisis, Cristián Sanchez, Jose Luis Torres Leiva, etc, hablan de una opción «artística» sobre la «comercial», lo que de cierta forma sugiere opción por la calidad. En lo personal, estoy de acuerdo con que el criterio principal sea la calidad del proyecto por sobre criterios mas estrechos como género, estilo, edades, trayectorias, potencial comercial o procedencia regional. Entonces el punto se vuelve subjetivo, y como en gustos no hay nada escrito, aparece la lotería. Cada año cambian las subjetividades y eso no me parece malo.
En otros fondos, como Fond Sud, hay jurados o evaluadores permanentes que le dan estabilidad al criterio del fondo, pero eso en nuestro mundillo tan pequeño, también se puede volver peligroso. Los jurados internacionales parecen ser la mejor opción. Sobre este punto, este año hubo tres evaluadores argentinos, cuyos nombres olvidé excepto el de Pablo Rovito, pero ojo que los evaluadores son una cosa, el jurado otra.
Atentamente un ganador y perdedor al mismo tiempo en la ruleta de este año.
Qué onda la pelea ociosa entre periodista turnios. Basta con mirar el sitio oficial que linkea Maza:
EVALUADORES
DE FICCIÓN:
Orlando Lübbert
Sebastián Penna
Carlos Galettini
Soledad Salfate
Fabián Blanco
Alfonso Gazitúa
EVALUADORES
DE DOCUMENTAL
Javier Cabieses
Paola Coll
Pablo Rovito
Rodrigo Sepúlveda Sepúlveda
Lorena Giachino
Claudia Céspedes
JURADOS
Ignacio Agüero
Orlando Lübert
Rodrigo Sepúlveda Urzúa
Sergio Trabucco
Omar Villegas
Concuerdo con Waissbluth, el FFA es una lotería. El año pasado Huacho fue calificado con 83 puntos (pasó raspando) en su parte artística y se dijo que era «fatalista» y que «no hay salida», que tenía personajes estereotipados, que era «antropológica» (eso lo decían como algo malo, jaja), etc etc etc. Este año la calificación fue de 99 puntos en la parte artística y no le encontraron debilidades. Se trataba del mismo guión, sin cambiarle ni una coma, como seguramente le pasó también a Cristián Sanchez, que llevaba postulando 4 años con el mismo proyecto.
Evidentemente distintos jurados tienen distintas opiniones, pero lo curioso es que el consenso para un lado o para el otro no dependa de una decisión o política previa, sino al puro azar.
Ahí comparto la opinión de Bruno de que se trata en el fondo de miedo a dar la impresión de que el Estado trata de imponer un tipo de cine, lo que abriría un nuevo flanco en el ataque de la derecha (acusarían favoritismos como en la becas, arreglines como en Chiledeportes, etc etc).
Lo que pasa es que aunque el FFA no defina explícitamente un criterio, de todas maneras lo hace, año a año, según sea la voluntad del jurado. Ese ES el criterio del FFA, aunque no lo quiera admitir.
Como dice Maza, comparado con el FFA, Corfo esta varios pisos por encima. La primera parte de la postulación es anónima y el que no pasa no debe enredarse en papeles y formularios que no tienen sentido si la idea de fondo no es buena, el sistema se perfecciona de verdad año a año pues existe una voluntad real de mejorarlo y los jurados son casi todos de afuera, lo que evita las típicas peleillas, favorazos y «buenas ondas» que han hecho que muchos ganen independiente de sus méritos (me imagino que otros igual han perdido por lo mismo).
en fin, que una lotería será siempre injusta y una muy mala manera de entregar apoyo, pero por otro lado, y como decíamos aquí hace algunos meses, se vuelve fuerte gracias a la secreta esperanza de que todos alguna vez la vamos a ganar. Mientras guardemos esa esperanza de ganarnos el gordo, el sistema va a seguir tal cual.
Demás está decir que pese a que esta vez me tocó el gordo, sigo creyendo igual que antes, e igual que Maza, que hay que cambiar la forma en que opera el FFA.
El bueno de Camargo me decía que para la próxima Convención Audiovisual habría que llegar con un texto previo en que se proponga este cambio, de forma de ejercer una presión real para que el sistema cambie.
Ahora bien, si no se logra llegar a ese acuerdo o si en la Convención todo se diluye, me temo de que la culpa de que las cosas sigan igual no se la podremos echar toda al CNCA. Al final a ellos les conviene mucho el sistema actual y ya está claro que no existe la voluntad de su parte de cambiarlo.
Independiente de que se realice una 2º Convención Audiovisual, les adelanto que próximamente convocaremos a académicos y cineastas para redactar un documento en donde explicitemos nuestras diferencias y propongamos los mejores caminos a seguir para que el Fondo Audiovisual no siga tocando fondo. Estén atentos…
Hcae rato que las politicas gubernamentales con respecto a la cultura, estan de mal en peor, solo basta mirar los carnavales culturales que se realizan, año a año, se repiten las mismas caras y sin nada de verguenza
Sería muy productivo tener una instancia donde este tema sea debatido en profundidad.
He sido evaluador y jurado en distintos fondos internacionales, La Habana, SIGNIS-OCIC, Argentina, o participado en la creación de otros como IBERMEDIA, he participado en el otorgamiento de decenas de millones de dólares y no he visto lamentaciones de quienes no fueron favorecidos.
En todo fondo siempre habrá más demanda que oferta y un necesario mecanismo para dirimir sobre cuales son los mejores. En esto uno no puede asumirse perdedor ni rechazado. Yo no he sido favorecido cuando me he presentado con proyectos que creía sólidos y mis pares me hicieron presente sus debilidades.
Este año, los jurados evaluamos el conjunto de las obras seleccionadas y tuvimos prácticamente unanimidad, éramos cinco, de diferentes edades, historias y gustos. Cada proyecto venía evaluado por lo menos por dos evaluaciones técnicas y dos artísticas y con un puntaje. Casualmente hubo coincidencias, es decir nueve miradas, nueve personas cuatro de las cuales no se vieron y en que no hubo concertación posible. Fue muy tranquilo, en cinco días encerrados de mañana y tarde por $ 300.000. Por cierto debería ser más, pero todos lo hubiéramos hecho con la misma corrección sin recibir nada a cambio.
Tanto en Ficción, sean Operas Primas o Coproducciones, quedaron dos o tres proyectos que debieron ser financiados por su calidad, lo mismo pasó en Documental,.
Recién en el último momento cuando se suma los recursos que se solicitan, con los que se disponen se ve que hay esos dos o tres proyectos que debieran ser beneficiados.
Alguno de los cuales quedan a la espera que se caiga alguno con posterioridad.
Pero estamos hablando que se le otorgaron recursos al 10 % más o menos de los que concursaron, pero seriamente no había más de un 3 % por ciento de buenos proyectos
que quedaron afuera. Hay que ser serios y asumir que hay muchos proyectos que no son buenos, tanto como película producidas que no son buenas.
Por ello categóricamente esto no es una Lotería, plantearlo así es un error que nos llevará a errores peores.
La evaluación de Pares, es lo mejor que pudimos lograr, mas aún si estos van rotando. No s ha inventado nada mejor. El Estado no interviene, salvo poniendo un mínimo de requisitos y observar que se cumpla.
Pero esto se puede mejorar, y en eso este Jurado dejo en acta varias proposiciones. Una de ellas es que el primer filtro, la evaluación técnica se haga previamente y con más tiempo y rigor. Que el postulante tenga la posibilidad de contra argumentar en ese proceso, que haya tiempo de verificar cada unos de los antecedentes presentados.
Solo pasan a la evaluación artística aquellos que han pasado ese primer escollo, sabiendo cada quién las razones fundadas por las que no paso a esa segunda fase.
El Jurado lee los proyectos y los evalúa con los antecedentes que tiene a mano, debe hacer fe de esa evaluación técnica aún tenga dudas de ello. Luego de emitir un juicio colectivo, los compara con las evaluaciones hechas previamente. Por cierto en esa fase no hay un 100% de acuerdo, seríamos marcianos si nos ocurriera, pero en una discusión sana y con argumentos serios se puede concordar.
Esto último nos pasó. Cada Jurado cuidó como hueso de Santo el proceso, ya que su seriedad no puede ponerse en cuestión. Esto nos ha costado muchos muchísimos años en conseguirlo y no es retórica.
Pero podemos perfeccionarlo.
Si existe esa instancia, les agradezco que me inviten, creo que puedo aportar con otras ideas.
Finalmente, este fondo debería ser rotatorio, pero en serio. Las obras que recuperen sus ingresos deberían devolver un porcentaje al fondo, para su crecimiento.
Sobretodo que hoy son muy pocos los proyectos experimentales o con riesgo. Casi todos están orientados al Mercado. ( no digo que eso sea ilegítimo), pero a mi me gustaría que existiesen más proyectos con ambición artística y asuma riesgos.
El estado no puede financiar hasta el 80 % de cualquiera de las fases, sin que no exija retorno.
Atentamente
Sergio Trabucco