Mirageman y el éxito de crítica

En este caso la honestidad, la humildad y las ganas forman parte del contexto en que se hizo la película, pero también del tema de la película. Mirageman es Zaror y Díaz. Ellos también están tratando de hacer algo difícil en Chile, copiando a la chilena con poca plata, pero con corazón y ganas. Y esa coherencia entre tema y contexto hace que Mirageman sea una película redonda y de autor.

Lo precario no quita lo valiente, es verdad, como lo demuestra la campaña viral que es mejor que la pelicula. Aplausos para la gente detrás de Mirageman por eso. Pero lo precario no tiene por que ser sinonimo de mal hecho. Un solo ejemplo, el error de logica en el personaje de pesuttic: es rati, esta infiltrado hasta las barbas en el grupito pedofilo y NO tiene pruebas? saaa. Eso no es falta de plata, eso es escribir bien el guión. La critica, como el país, aún sigue celebrando empates.

Aun asi la pelicula tiene muuuchas cosas interesantes. Seria una gran serie.

PD: paniko.cl y disorder.cl fueron menos entusiastas como Hermes, y de maneras mucho más tajantes.

No he visto la película y sus comentarios hacen que tenga más ganas de verla. Pero tengo claro que las críticas no han sabido argumentar por qué realmente vale la pena. Muchas películas podrán ser honestas y humildes, pero no valen una ida al cine. Otras son fastuosas y lo valen («El ciudadano Kane» o «Lo que el viento se llevó»). Acá, entonces, hay un problema con los críticos… parece que están muy excitados con este filme, quizás sea porque los anteriores largometrajes chilenos dejaron bastante que desear («Normal con alas», por ejemplo). En esta pasada, al menos, los que están quedando al debe son los críticos.

MUERTE A LOS CRITICOS, PARASITOS DEL CINE!

Fui, la vi, no me gusto. Mucho error argumental, la trama no es buena, es un a pena, pero los comerciales eran mejores que la pelicula. Tuvo sus momentos, pero no muchos. Una muy buena idea, pero mal hecha.

y por que tanta mala a los criticos?… peores son los espectadores tontos y conformistas.
la mayoria de los criticos ha sido mas que benevolente con una cinta que con suerte es mahoma… la critica esta viendo mas que lo que hay. Y es que el personaje despierta tal simpatia que termina por ser mejor que la pelicula como un todo. falto guion, desarrollo, coherencia, inteligencia (no «INTELLIGENTSIA») hay dos personajes malisimos el de pesutic y el de la swett que son realmente horrendos, lo mismo sus tramas. hay buenas intenciones, tiene un par de momentos, especialmente de quien se roba la pelicula «Seudo robin»
con igual produccion y un guion mas pensado este seria el gran producto de entretenimineto que a chiñe tanto le hace falta, pero se quedo en la promesa. aparte que ponerle mirageman a un superheroe chileno es desde ya un error, aparte de que el nombre es gringo, es feo y no significa nada tan especial. fome
en todo caso un viral de mirageman sacandolela xuxa a passalacqua seria impagablemente de culto.

Hola. Comentábamos en otro blog que una de las críticas que más se repite se refiere al nombre del film: “Mirageman”. Muchos alegan con sentida ira que no tiene nada de chileno, que como se les ocurrió ponerle un nombre así a un superhéroe nacional, que es poco verosímil y tal. Pero la verdad es que bajo mi perspectiva el nombre no tiene nada de criticable desde el punto de vista de la chilenidad, sino que -quizá afortunadamente-, constituye un acierto más a la hora de revelar esas hilachas de conducta propias de nuestra idiosincracia que tanto se agradecen en la película: a los chilenos nos encanta ir al “mall”, que nuestras marcas y slogans suenen en algo a inglés y a gringo (burger inn, let’s make things better, Ripley, etc.), a nuestros empresarios les gusta hablar con palabras y siglas como management, personal trainer, CEO y MBA (entre muchas otras), nosotros muchas veces adoptamos modismos, garabatos y palabras extranjeras venidas de argentina, méxico, perú, Estados Unidos, etc; y tantos ejemplos más que me imagino no resulta aventurado afirmar que a los chilenos nos resulta irresistible adoptar (y adaptar) palabras y modismos ajenos (sobre todo gringos por la enorme influencia económica y cultural que ése país ha tenido en Chile durante las últimas décadas), lo que claramente constituye un rasgo de nuestra idiosincracia. A mí no me extrañaría que un superhéroe chileno se llamara Mirageman, Chileman, Molotovman, Destroyerman, o de cualquier otra forma análoga, como muchos de los villanos que subieron videos a youtube como parte de la campaña promocional, que se bautizaron con nombre gringos, chinos, chilenos y de los más diversos orígenes.

Paradójicamente nuestra falta de identidad a veces ES nuestra identidad y en ese sentido yo tendría que decirle a Mirageman que su nombre suena bien y es bastante pegador y que, bueno, no tiene nada de chileno pero sirve igual. Igual sirve que el superhéroe chileno no tenga nombre chileno, para mí eso es absolutamente verosímil.

Por eso la crítica al nombre, a veces -no siempre, se me ocurre- parece deberse a ese chauvinismo trasnochado que, lamentablemente, también es tan tan nuestro.

De todos modos alguien recalcó que «En la película está muy bien explicado porqué Maco elije el nombre Mirageman, en un principio es simplemente “vigilante” (who watches the Watchmen), y tras darle vueltas a la idea del “espejismo” incluso hace una lista de posibles nombres, todos en español y todos horrendos. Mirageman finalmente es el nombre con el cual lo bautiza su hermano, y viniendo de él es absoultamente plausible y creíble. El nombre y todo lo presentado en Mirageman obedece a una lógica interna coherente y honesta, no puedo imaginar que se llamara de otra forma cuando el concepto de superhéroe está tan ligado al “man” de Spider-Man, Batman y Superman.»

¿Qué es eso de muerte a los críticos? ¿Hay gente de la Dina escribiendo comentarios en este blog?

muerte a Polo!

Me parece increible lo malo que fue el profesionalismo de la critica nacional. Parecen criticos novatos que ven la pelicula en un festival, entrevistan al actor y director, se creen amigos de ellos y terminan alabándola.

Vamos por parte. En la pelicula hay gente que hizo muy bien su pega. Marko Zaror por ejemplo, se lució. Es un tipo con mucha destreza en las coreografias de artes marciales y muy preciso y creible en las peleas, al igual que la gente que es aporreada por el.Lamentablemente solo dice 13 palabras en toda la pelicula, y una de ellas es conchetumadre. Malo malo.
La gran mayoria de los actores lo hicieron excelente. Ariel Mateluna, o Pablo Diaz por ejemplo. Pero tambien hay actores que o lo hicieron muy mal o estaban muy mal dirigidos, como Pezutich, Swet o Ruiz Tagle.

Incluso la pega de Ernesto Diaz como director, captando las peleas, enfocando la tension del protagonista, sus incursiones nocturnas, etc. esta bien.

Pero donde se cayeron pesado fue en el guion. O para hilar mas fino, la idea inicial o el resumen estaba bien, pero debieron asesorarse mejor, porque las situaciones y sus consecuencias eran absurdas. Con casos recientes de pedofilia aun en nuestra memoria colectva, los guionistas debieron haber hablado con detectives o periodistas que cubrieron el caso, porque todo eso de la niña secuestrada, el rescate, el trabajo policial parecia hecho por un cabro chico que se quedo castigado en su dormitorio durante una noche de viernes.

Creo que Mirageman en guion es lejos la peor pelicula nacional, quedando muy por debajo incluso de El Nominado. Kiltro fue muchisimo mejor. Creo que Zaror o deberia cambiar de socio o Ernesto Diaz deberia dedicarle mas tiempo a lo del guion.

Orph.

actualizando…
que paso con rabia de cardenas?

lo que hacen esos extraños seres llamados publicistas es justamente eso, hacer que la gente quiera a una marca más allá de la razón, que la sientan suya, cercana, necesaria. Como dicen los actuales teóricos de la publicidad, crear una Lovemark, una marca amable. Claro está que los atributos de la marca sean los que se publicitan. No más y no menos. Y la campaña de Mirageman fue justamente eso, recoger sus atributos y elevarlos hasta su potencia original, no más, ni menos. No hay sobrepromesa, no hay pudor. Esto somos, esto es. Es lo que hay. Y esa honestidad se agradece y paga aquí, como en la quebrada del ají.
Por mi parte, Zaror y Díaz se ganaron lo que ofrecieron: entretención, cojones, honestidad, humor y humildad. ¿Cómo odiarlos?

Pienso que el guión de esta película, tan criticado por los contertulios, no está mirado desde la perspectiva que propone la película en sí.

Comparto con todos que la mayoría de los actores actúan mal y que, de hecho, los PARLAMENTOS de la película son pobres. Pero un guión no se hace sólo de los parlamentos, sino que es lo que construye toda la estética de la película, y me parece descabellado llamarlo malo.

Desde un comienzo es casi claro que la película no trata de buenas actuaciones o de mucho blabla, sino de género y representaciones. En ese estaturo, pienso, el guión de la película es excelente. Semióticamente hablando, a nivel estructural, la película propone una asociación de estéticas masivas (videojuegos, artes marciales, superhéroes) y las propone como lo artificioso, esteticista, etc. Es decir, los plantea (in crescendo) como un nivel de ficción cada vez mayor y más plástico, donde todo se vuelve cada vez más y más coreográfico a medida que avanza la película. Sin embargo, el protagonista es engañado por el reality show (otro género asociado a lo artificial) y termina pateando la televisión (por tanto, todo eso queda asignado como lo maligno o lo superfluo: la farándula, los diarios, los noticieros, todos utilizados paródicamente con una intencionalidad muy muy interesante) y tratando de SUICIDARSE, lo que es impedido por el enfrentamiento con lo TERRIBLE, con lo REAL (la pedofilia: «podemos salvar a un niño», dice el detective) y de ahí en adelante se produce un quiebre estético en la película, la representación se vuelve realista (galpones oscuros estilo MEA CULPA; sin música mientras ocurren las peleas), y ya no hay coreografías ni piruetas sobreestetizadas, sino forcejeos, violencia, sangre, y muerte, incluso del superhéroe como tal (cosa bastante atípica en el género). Dicho de otra manera, la película dice «la violencia y el crimen no son juegos artísticos, sino que son algo horrible y brutal». Por eso el hermano traumado hasta la imposibilidad del habla. Por eso se corta la cabeza del pedófilo.

Si se lee la película desde el género de superhéroes, se vuelve mucho más interesante que si la criticamos desde el punto de vista del drama típico que se lleva los premios en festivales de «shine arte». Es una película pop y por tanto debe ser criticada desde una estética pop. Es por eso que en festivales del género en el extranjero le fue muy bien, pues si lo vemos desde allí, desde su contexto y no desde cosas que la película NO plantea, instala temas muy interesantes para el género, como la aporía del superhéroe (la suerte de amor/odio con su propio formato, con los superpoderes, con la carne y el hueso), la brutal crítica a los medios de representación de los imaginarios de violencia, tanto en lo artístico como en los medios de comunicación masiva, el tratamiento estético de lo «real», etcétera. Por ejemplo, los antagonistas de la película no son genios malvados que crean planes para destruir el mundo, sino que son pedófilos y productores de TV que se burlan de las buenas intenciones del superhéroe.

La película conforma un tono propio e interesante y se coloca, a mi juicio, no solo entre las mejores películas del cine chileno, sino también en un top 5 de las mejores películas de superhéroe, junto a maravillas como Spiderman 2 o Batman: The Dark Knight. Es obvio que si analizamos una película de zombies desde lo dramático la vamos a encontrar mala, hay que ponerse en el contexto de su propuesta.

Que los actores actúen mal nada tiene que ver con el rollo de la película, todos sabemos que actúan mal desde un comienzo (desde que habla el doctor en el psiquiátrico casi), y las exigencias se traspasan a otros puntos. De hecho, Zaror, que como actor es pésimo (se nota demasiado en Kiltro, que nada tiene que hacer frente a MirageMan), basa la actuación de su personaje solo en movimiento kinésicos, en lo corporal y fáctico y sin palabras (patada a la tele, llantos, escupitajos en la cara, estar parado en un tejado a punto de suicidarse, regalarle lapices a su hermano, poner dedicación en la creación de su traje, utilizar gestualidad) y con eso entendemos de sobra el personaje. Menos mal que no habló en realidad.

Una crítica como la de las «pruebas del rati» que leí en un comentario más arriba no viene a colación aquí puesto que la película no se trata de cuán realista es sino de lo que quiere decir, y ese tipo de «errores» uno no se los puede criticar a una obra de arte (recordemos que es CINE), sino a un rati de verdad. Todo está puesto para que la película pueda fluir.

Respecto a la fotografía, es plenamente coherente con lo que quiere decir la película como estructura: utiliza locaciones tipo videojuegos, o los ya nombrados galpones oscuros, o las calles sucias de Santiago, y nada tienen que ver con lo «bonita y de calidad» que sea, sino que están plenamente adaptadas a lo que la película propone.

En otras palabras, lo que quiero decir, es que más que la película tenga cojones o sea humilde, si bien lo es a un nivel en que los «entendidos shuper logos» de cine exigen, utiliza recursos interesantísimos y de una coherencia interna magnífica, sobre todo en lo que a estética se refiere. Aquí lo que importa es como trata los temas que quiere tratar, que no son la «chilenidad» ni los «actores» ni nada de eso, sino dialogar con otras películas del género, realizar críticas duras y revisar los imaginarios acerca del crimen, discutir sobre qué es lo importante rescatar para el héroe (entre un niña violada O la doncella-periodista raptada y atada en un sillón de diseño minimalista al lado de un bonsai y un acuario en una casa gigantesca llena de guardias uniformados al más puro estilo de videojuegos de beat em up). Pienso que muchas de estas cosas no se notan porque la película es jocosa a ratos y eso hace que los lectores simplones se queden en la superficie. Pero MirageMan, tal y como en la misma película se dice, es mucho más que lo que los medios creen.