«La buena vida», el quinto largometraje de Andrés Wood, tuvo que cambiar su fecha de estreno para la próxima semana. Es decir, aunque hace tiempo estaba programado para el 7 de agosto, va a terminar exhibiéndose el 14 de agosto. Esto parece un efecto dominó: la semana pasada le pasó lo mismo a «El brindis» de Shai Agosín. Estaba para el 31 de julio y parte ahora este jueves.
¿Por qué pasa todo esto?
Bueno, porque nos están pasando la cuenta.
Hacemos más películas que las que los tanques del cine norteamericano nos dejan ver.
Según supe, la de Wood se corrió porque las salas fueron incapaces de ofrecerles espacio suficiente para la cantidad de copias que estaban hechas. A «El caballero de la noche» le fue demasiado bien. Y si Wood insistía con estrenar este jueves, había un montón de ciudades donde no se iba a poder exhibir.
Aunque cuando habló esta mañana con radio Cooperativa, Wood comentó cómo lo había afectado que «El brindis» se corriera una semana.
«Nos topábamos ahora con ‘El Brindis’, así que decidimos corrernos nosotros. Vamos a estrenar el 14 nosotros. Nos corrimos una semana porque era asesino ir juntos, no tenía ningún sentido», señaló a Una Nueva Mañana.
La película tuvo función de prensa la semana pasada, y avant premiere anoche en un cine de la Estación Central.
Y ahora tendrá que esperar. De nuevo. Según supe la película tenía las copias listas desde hace meses, y se la ha pasado buscando fecha de estreno. Si eso le pasa a Wood, imaginen cómo ha estado la mano para directores menos conocidos, como Shawn Garry y «Desierto Sur», que está lista desde el año pasado, o la misma «El brindis» que se dió en Viña del Mar en noviembre pasado. «199 recetas para ser feliz» de Andrés Waissbluth también estaba en agosto y tuvo que saltar a la última de septiembre (en parte, para no chocar con «Tony Manero» que está para fines de este mes). «El regalo», de Cristian Galaz y Andrea Ugalde, tiene puestas todas sus fichas para el 2 de octubre. Jorge Olguín tiene lista «Solos» desde hace rato, con planes de darla en octubre, pero ya está pensando saltar definitivamente hasta el próximo año, y qué decir de «Santos» de Nicolás López, que a pesar de que se ha demorado por razones propias a la postproduccion de efectos especiales, ya se quedó con fecha para diciembre de este año.
El cuello de botella no tiene mucha solución. Como sabrán, debido al Tratado de Libre Comercio que firmamos con Estados Unidos, CONSTITUCIONALMENTE nos está impedido hacer una legislación de «cuota de pantalla» que garantice cierto espacio para producciones locales en nuestros cines. No estoy inventando esto. No podemos hacer que den películas chilenas en cine chilenos, aunque las producciones locales no cuentan con los presupuestos millonarios de publicidad para instalarse en el mercado a la par con las megaproducciones. En corto: por muy Wood que sea Wood, no tiene la plata suficiente para poner una gigantografía en Diagonal Paraguay como lo hacen «Wall-e» o «Viaje al centro de la Tierra».
Aunque tampoco esa es una ley que garantice la felicidad: si observamos lo que ocurre en Argentina y Brasil, que sí tienen cuota de pantalla, tampoco les ha ido tan bien: son constantes las negociaciones para cambiar la ley, endurecerla o poder fiscalizar a las salas para que la cumplan.
Primera pregunta entonces: ¿cómo hacemos para que haya una relación lógica entre las películas que producimos en Chile y las que podemos ver en nuestras salas?
11 respuestas a «Por ejemplo, Wood tuvo que postergar su película una semana»
Especulacion:
si a toda la gente que fue a ver el caballero de la noche le das un pase gratis para ver el brindis o la buena vida, te apuesto un millon de dolares a que los que van son menos de la mitad.
(A menos que ofrezcas cerveza gratis)
Los verdaderos tanques como el caballero de la noche no lo son por sus gigantografias. Lo son porque mezlcan zeitgeist + espectaculo. Ojala se hiciera en chile una pelicula asi, pero ese barco ya zarpo y me temo que lo hundio el huascar.
Encuentro vergonzoso lo que pasa. Tenía todas las ganas de ir este jueves al estreno de LA BUENA VIDA porque ya empiezo con las pruebas la otra semana.
Pero hay que resignarse, es la única solución acomodar los estrenos chilenos para favorecer a la industria criolla. Sino recordemos la fecha de estreno de CHILE PUEDE, Enero!!!, puff…..
Solución….mmmm….bueno al parecer es un buen gancho la muerte de un actor para que la película sea superventas.
Pero ¿a quién podríamos matar?
Solo aclarar que «199 recetas para ser feliz» corrió su fecha de estreno porque tuvimos demoras tecnicas que nos impedian llegar a las salas en la fecha planeada. Dado como estan las cosas, buena cosa habernos movido, lo malo es que octubre esta tan saturado como agosto.
La solución al problema planteado? Muy dificil. En primer lugar, pasa por los espectadores, necesitamos que los chilenos prefieran, genuinamente, el cine chileno.
En segundo lugar, mejor y más, subsidios a la distribución. Hoy el subsidio corfo te pone un peso por cada peso que la productora pone, es decir financia el 50% de los costos de distribución. Esto que suena muy bien, igual es un freno. Solo la gigantografía de Diagonal Paraguay cuesta mas de 7 millones. Para competir de igual a igual con Batman, en términos de marketing, se necesita una campaña de unos 60 a 70 millones de pesos. Eso es unos 70 mil espectadores, sólo para cubrir dichos costos. Corfo financia máximo 15 millones y tienen que equivaler a un 50%. Calculen.
No hablare de cifras pues no las manejo, aun, pero si de lo que veo a tooodo el tiempo.
Creo que el problema está en que la gente busca distraerse, un filme gringo la distrae, si es Batman más aun. Pero frente a la boletería, el que paga por una película Chilena es alguien que quiere ver cine chileno. El espectador común no está dispuesto a arriesgarse. «Ahueonao no seay pao veamo Batman»
Es una verdadera lastima pero si buen (entiéndase) cine es lo que se quiere hay que comenzar a mirar los mercados extranjeros que tienen cultura de cine pues nuestro mercado se a quedado pequeño y esa misma, la GENTE ocupa su tiempo de entretención en otras cosas antes que ir al cine. El Cine ha perdido el romanticismo que significaba, y esa carencia se comienza a distribuir de generación en generación. Hoy el cine está en la calle, en los computadores (¿Hablan de legislar? Que se endurezcan las penas de piratería al menos. ¿Cuando han salido los artistas todos juntos a protestar contra la piratería, etc?) etc.
Y en caso de ir al Cine, aun existe esa generalización, ese prejuicio «es que no me gusta el cine chileno». Si bien es cierto que la competencia con los blockbusters es imposible, no podemos centrar ahí El Problema del Cine Chileno, me refiero a que aquel es solo uno más de los tantos y por ende no podemos andar arrancándonos de ellos como cobardes, tampoco enfrentarlos directamente como temerarios, sino ser Valientes, pero Valientes Asertivos. Hay que entender todos los problemas y contras de nuestro cine, meterlos a la licuadora y sacar conclusiones. Lo que vende en chile (habiendo excepciones como Machuca) han sido las Comedias, y es obvio ¿No? Como están las cosas la gente quiere olvidarse y busca distracción. La Comedia es algo hoy menospreciado por los realizadores Chilenos, ha perdido su valor, y como no, si las dos ultimas a las que les ha ido bien son malas películas.
Creo que el artista o realizador entrega lo que necesita entregar y la gente debiera recibir lo que necesita, pero la gente no quiere pagar por lo que necesita, sino por lo que quiere.
Una cosa es clara: El no recuperar impedirá cada vez más el hacer películas a todos, efecto en cadena al igual que el público en general no distingue entre un director y otro al final quien la carga es el Sr. Cine Chileno. Si a una película le va bien y a otra también y así el estigma de «no me gusta el cine chileno» puede ir mejorando.
En fin, yo encuentro que la situación es apocalíptica para todo el que quiera dar su mirada y hacer cine de autor sin depender de todo lo que ya dependemos. Si La Buena Vida o Tony Manero no logran cumplir en cifras con las Altas Expectativas que tienen, la «industria» topará fondo.
Para que exista una relación lógica entre nuestras películas y los Blockbuster, hay que acertar al tema, al contexto y al genero de la película y como se muevan sus personajes en ellá para que resulte interesante. Y así posiblemente la gente querra ir a verlas. Es decir la relación lógica debe existir entre el realizador y su sociedad y no consigo mismo.
Tony Manero trata de un Asesino Chileno, Flacuchento que Quiere Ser John Travolta en los tiempos de Pinochet. Interesante.
Por lo demás hay quienes afirman que el mercado se a quedado pequeño para nuestro cine si así se comprueba con estos dos estrenos, hay un mundo al que mostrarle nuestras historias, ojo, pero ojo, no hablo de hacer un guión y buscar financiamiento y ver si estrenamos en algun país o si vendemos a alguien en algún festival, sino a diseñar la película para afuera o para adentro, pero, como dije, siendo selectivos a la hora de elegir el contexto de la historia y bah, quien piense que la dictadura es el único tema que puede ser interesante afuera, que se dedique a otra cosa.
Me Disculpo si algo que dije es incorrecto, solo es como veo el panorama.
…creo que condenar la piratería sin disminuir las ganancias de las distribuidoras (pienso más en discos y libros, porque en cine es poco) es aún más nocivo para el realizador a quien le pagarán un pequeño porcentaje por su obra y más encima nadie la disfrutará porque el precio en el mercado se multiplica exponencialmente.
Modestamente pienso que todos los comentarios que hagamos para alegar porque las distribuidoras ganan mucho o poco, o porque piratean las películas, no sirven de nada.
El «mercado» del que tanto hablan -y del que no sé si sabemos tanto, pero yo algo trato de intuir- no tiene que andar esperando a las «pobres películas chilenas». Todos los subsidios, cuotas de pantalla y similares son discriminacion positiva que al largo plazo no sirven de nada. Nosotros solos tenemos que encontrar un modo de sustentación, sea desplazándonos en el «mercado», agarrando un espacio que no exista, siendo más inteligentes y siendo más pillos.
La pirateria no va a parar (que bueno, porque asi vemos mas peliculas que antes), batman no va a pasar (y que bueno, porque es excelente). O nos las ingeniamos para subirnos al carro o cagamos.
Cortémosla de alegar tanto por favor!
El gran defecto del cine chileno es que es demasiado somnífero comparado con las producciones que llegan desde afuera. Esa manía por mostrar siempre los barrios bajos, la oscuridad, silencios eternos, voces apagadas o exageradas. El cine chileno es muy predecible.
«Play» ha sido la unica que me ha gustado del último tiempo.
Saludos
Daniella
Durante los 70 y 80 existieron 2 modos de abordar la situación de los paises subdesarollados. La primera es la que postulaba Estados Unidos, y a la cual sumó (a través de dictaduras afines y chantajes) a los paises latinoamericanos; esto es, tratados de libre comercio, libre negociación de tod tipo de productos sin ninguna protección estatal. La segunda es por la que optaron los paises asiaticos, y que significaba la protección arancelaria de los productos internos. JPFC dice que «los subsidios, cuotas de pantalla y demases son discriminación positiva que al largo plazo no sirven de nada». Eso es FALSO. En este momento paises como Taiwán, Malasia e incluso Vietnam son paises desarrollados y crecen al 6 o 7%, y Latinoamerica? pues sigue siendo un pueblo al sur de Estados Unidos, gracias.
Comod dice Wood en una entrevista reciente, el TLC con Usa nos impide hacer algo por ley al respecto. Entonces, se necesitoa que los fondos estatales hagan la pega completa, no se saca nada con tener pelis listas pa estrenar si al final hay un cuello de botella, quedando la relación con el espectador -lo más importante de todo!- truncada y echada a perder. En Usa se suele abordar el asunto de la siguiente manera: x plata se gastó en la peli, igual x plata se gasta en publicidad; en encargarse que la gente se entere que la pelicula existe y que le tinque. Necesitamos que los fondos aborden de ese modo el fenómeno, y no sé si es tan asi.
Por otro lado, es precisamente en la publicidad, al final del proceso, en donde debería entrar el inversionista privado, pues apostaría por un producto ya terminado y, más importante aún, los primeros retornos a su inversión asoman cercanos, en un par de meses a lo más.
Y, al final de todo esto, como dice waisbluth, queda la opción del espectador, que debería optar por cine chileno. Pero para saberlo con certeza hay que jugar las cartas.
Sobre la pregunta concreta de Maza, el cómo hacemos para reflejar en pantalla de cine las producciones chilenas, esribí un artículo en http://www.lafuga.cl/dossiers/estados_del_cine_chileno/cine_independiente/
En chile se dan todas las películas chilenas en cine, por poco tiempo pero se estrenan todas, lo que es un cierto privilegio en comparación a Argentina o México. En todo caso ya se ve que esto empieza a cambiar por la sobreabundancia de cine de otros lados en Chile (no en títulos, sino en la cantidad de copias con que estrena cada titulo) y por la falta de pantallas 35mm (hay 220 en todo el país, pero se están construyendo unas 40 más; sólo en lugares como el Sanhattan habrán 10 o mas)
Curiosamente se están haciendo más salas por el exceso de copias por título (en particular de eeuu) y por el apetito de crecer de la gran industria del cine, pero no por los espectadores: hace 5 años que seguimos en 11 millones anuales de boletos cortados en el cine, del cual menos de 1 millón anual es para cine chileno.
el truco o el problema está en hacer crecer la asistencia a salas, pero como que a los chilenos les da lata ir a la sala EN GENERAL, prefieren quedarse en la casa y usar VOD, Cable, DVD legal o pirateado. Era que no, si se trabaja mucho en Chile, hay poca hora-ocio libre y sale caro y lento moverse en santiago. se ha perdido conciencia de la exclusividad y calidad superior del cine en sala 35mm, con proyex aérea, dolby, oscuridad, silencio, butaca cómoda (a veces), etc.
Pienso que 2 formas de revertir esto es:
1. seducir al millón chileno cautivo del cine nacional, con campañas enfocadas en ellos. Parecen mejor el uso de trailers 35mm, los blogs y el mkt viral que los afiches y la cosa masiva en la calle, más cara y apelante a un público que ni siquiera le interesa ir al cine, sea o no chileno.
– hacer crecer el millón chileno de espectadores, para lo que es estratégico una relación en serio de reconcatenación con la TV pública, como ha sido en otros países que hicieron despegar su industria (France 2, 3, 5 y Canal+ en Francia, TVE en España, RAI en Italia, Channel 4 en UK, PBS, TV sueca, etc.etc.) Sólo la TV pública puede dar adecuado y masivo marketing a lo que se haga dentro de Chile.
Buenas iniciativas.
Bruno: ¿Como funciona el sistema de corte de ticket por persona en países como Francia?
Algo oí vagamente, y que se implemento para potenciar la asistencia a las salas bajando los precios de las entradas. Escuche que ha funcionado.
¿Por qué no la incluye en sus medidas?
Gracias por su respuesta.
Creo que, en un caso como Chile donde asuntos como el TLC con USA nos tiene jodidos, se necesitan iniciativas como las planteadas por Bruno, pero lo crucial es que el público vaya a ver cine chileno y eso pasa, aunque sea de perogrullo, porque lo «disfrute».
No estoy diciendo que deba ser fácil, ni superficial, ni con caros efectos especiales, ni con féminas de laboratorio, ni nada de lo que Hollywood entrega tan bien. Me refiero a que busquemos formas para darle a las películas valor agregado por el hecho de ser chilenas y de una forma en que la gente sea capaz de valorar eso. Personalmente, creo que es imprescindible que, cualquiera que sea el contenido de una película chilena, debemos lograr el disfrute del espectador y eso pasa porque la película entretenga («Niños del cielo» es un buen ejemplo) Quizás alguien por ahí pueda, con toda la razón del mundo, preguntarse por qué tendríamos que forzosamente hacer disfrutar al espectador y la respuesta a eso es porque si queremos que las películas chilenas se vean en Chile estamos metidos en una puta guerra y nuestro enemigo nos está masacrando.