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OBITUARIOS

Paul Newman (1925-2008)

Paul Newman
Hace un par de horas falleció Eddie Felson, o bien, Eddie ‘Fast’ Felson, el mejor jugador de pool del mundo, el tipo con agallas pero que inevitablemente duda ante un destino que nunca le ha presentado certezas. Falleció Billy The Kid y Butch Cassidy y el forajido juez Roy, que impone la ley a fuerza, pero también Frank Galvin, el abogado que encuentra una segunda oportunidad a su vida al ir a juicio por una mala práctica médica (y no negociar acuerdo). Falleció el arquitecto Doug Roberts que descubre a vuelta de sus vacaciones que la torre que construyó tiene cortocircuitos y está a punto de prender en llamas en mitad de una fiesta, y el ambivalente Michael Colin Gallagher, que le coquetea a la solitaria periodista que hace Sally Field para que limpie su imagen en la prensa, y el gobernador Earl K. Long, chicha fresca pero finalmente honesto, y el Señor Bridge, que tanto quería a la señora Bridge… Falleció el granjero Luke (what we got here it’s failure to communicate…), y John Russell, Hombre, que fue criado por indígenas, Henry Gondorff, el mejor estafador de Chicago en los años 30, y Lew Harper, el detective más cool de la historia, y Andrew Craig, el escritor ganador del Premio Nobel más taquillero de la historia, y Chance y Brick, y Wayne, todas encarnaciones vivas de los mundos sudorosos y sureños de Tennessee Williams y William Faulkner. Falleció Murphy, el moralista viejo policía que no teme ingresar al Bronx, y Reg Dunlop, el violento jugador de hockey, y Rocky, pero el verdadero Rocky, ese que tenía alguien allá arriba que cuidaba de él. Tal como Paul Newman, que siempre tuvo la buena estrella cerca suyo, y empoderó al cine de una presencia intensa, luminosa y cercana. Un resumen de la avalancha de reacciones aquí.

Por Gonzalo MAZA

8 respuestas a «Paul Newman (1925-2008)»

Hermoso, sentido y merecido obituario, Gonzalo. Newman fue y será siempre uno de los grandes actores de la historia del cine, y de los pocos galanes que han sabido superar el estigma del prejuicio físico, para configurar roles complejos, agudos, inconformistas y a menudo poco complacientes con el icono del «jovencito» hollywoodense, en especial en sus notables actuaciones de madurez, como «El color del dinero», «Nobody’s fool» y su excelente desempeño en «Camino a la perdición», su último rol en la pantalla grande, donde les robaba la película a todo el taquillero elenco que reunió Mendes. Una lástima esta desaparición que no por muy anunciada deja de doler… por un encargo que me hicieron hace un par de meses para un dossier de Sidney Lumet, volví a ver la sólida «Será justicia» (The verdict), donde Newman está impresionante como ese Frank Galvin al que mencionas: ese abogado fracasado, alcohólico y en franca decadencia, quien inesperadamente vislumbra la que bien puede ser su última oportunidad para devolverle algo de dignidad a su vida, es uno de los roles más memorables y profundos de su carrera. Cuando la vi nuevamente confirmé por enésima vez lo que todos sabemos: Newman era único, y con sus personajes nos brindó algunos de los grandes momentos de la historia del cine.

Eddie Felson es uno de mis personajes preferidos del cine. Cuando en El color del dinero el personaje de Forest Whitaker lo humilla jugando pool, Eddie no está desilusionado por haber perdido, está desilusionado consigo mismo por haberse dejado engañar y traicionar todos los principios que propugnaba (entre otros, escapar de la arrogancia). En esa secuencia el rostro de Paul Newman reflejaba un montón de emociones contradictorias y su desconsolado silencio final, mientras Whitaker se burla de él, era la tristeza de quien ha sufrido una derrota moral. Luego cuando vi The Hustler, recuerdo lo fuerte que era la sentencia condenatoria de George C. Scott de impedirle seguir jugando de por vida. Pensaba para quienes vieron esa película en los ’60 debe haber sido muy emocionante ver que Eddie había sobrevivido después de haberlo perdido todo y como dice él mismo al final de El color del dinero, ha regresado.
Lo que me pasa con Paul Newman es algo similar a lo que me pasaba con James Stewart, todas sus películas me interesan. Son esas presencias magnéticas, que aún en sus peores películas (como Harry & son que dirigió y que era bien malena) te gusta verlos igual.
Mirando su filmografía hay una película del gran Martin Ritt que no he visto y que a lo menos es una curiosidad: The Outrage, donde Newman hace el papel de un bandolero mexicano llamado Juan Carrasco. Se trata nada menos que de una adaptación de Rashomon.

Es muy raro cuando se mueren los ídolos…se siente que se ha perdido a un amigo…Eddie Felson en «The Hustler» era mi amigo…

exacto polo la muerte d unos d tus heroes es horrible, pero no nos queda mas que recordarlos como lo grandes que fueron en vida y honrarlos como debe de ser aqui hay un articulo en memoria de este gran actor:http://www.premiere.com.mx/?q=node/351, espero que les guste tanto como a mi ya que con el recorde muchas vivencias que tuve al ver sus peliculas.

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