Lo acabo de ver en en canal de la Cámara de Diputados, y como no está disponible en internet el archivo de video, les pego la transcripción. Se trata de parte de la exposición que hizo el historiador Alfredo Jocelyn-Holt el pasado 12 de enero en una sesión de la comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara que está estudiando la Ley que reforma Televisión Nacional. Despues de escucharlo yo quedé simplemente con ganas de aplaudir a don Alfred. No tiene asco en criticar la presencia de los Matte en dos canales de TV, en contar por qué no va a la tele cuando lo invitan, y en explicar cómo fue su experiencia cuando lo invitaron a asesor al reality «1810», que es mi parte favorita. «Esa gente es peligrosa» es su conclusión. Las negritas son mías para hacer más claro los tema a los que se refiere en la alocución.
Nuestro Canal Nacional es de mala calidad, porque podemos darnos el lujo de no percatarnos de su importancia.
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En el Consejo de Televisión Nacional hay un miembro de una familia muy influyente del país y, al mismo tiempo, en el Consejo de Televisión de Canal 13 está la hermana de esa persona. Estamos hablando de grandes intereses económicos, razón por la que es grave. Tenemos grados de oligopolio que también están operando transversalmente, de modo que ese tipo de situaciones se tienen que tener en vista. El país ofrece bastante más que la familia Matte, sin perjuicio de que se trata de una familia distinguida.
Al respecto -aunque no soy de pensamiento muy democrático ni mucho menos populista-, pienso que evidentemente este país ofrece más que la familia Matte, al menos en materia televisiva.
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Respecto de la consulta que formuló en ese sentido el diputado señor Fernando Meza, quiero señalar que por supuesto que la televisión idiotiza.
No voy a programas de televisión, lo cual es maravilloso. Voy una sola vez al año, a veces dos. De hecho, me doy el gusto de recibir llamadas telefónicas de periodistas que me piden asistir a algunos programas, a los que al decirles que no se sorprenden muchísimo, porque, al parecer, todo el mundo quiere ir a la televisión. No voy porque no la prendo; no la veo.
Hace pocos días me invitó el director del reality “1810”, de Canal 13, porque necesitaban asesoría histórica. Me llamaron para trabajar en ese programa y me di la lata de asistir para darles mi opinión al respecto.
Es muy importante que la televisión acoja la historia y haga, como en otros lugares, grandes aportes en documentales. Agradecí esa invitación, pero me pedían asesoría para un reality show, que era un disfraz. Hemos estado viendo qué es lo que es ese reality en estos días, de manera que puedo señalar que encuentro que había una ignorancia absoluta de parte de quien me llamó, porque si se hubiera sabido algo de cómo pienso, qué es lo que escribo y qué es lo que digo se habrían dado cuenta que yo era la persona menos indicada para invitar, visita que se verificó en un lugar que estaba lleno de servicios de seguridad. De hecho, me dijeron que para entrar se requería todo tipo de tarjetas y someterse a una serie de exigencias, ya que se guardaban grandes secretos, porque como era una unidad de reality lo que allí se hacía podía divulgarse a otros canales. Eso me pareció una locura.
Lo que relato sucedió en Canal 13, pero también es cierto que ocurre en otros canales, de manera que considero que la televisión es muy peligrosa y está siendo manejada por gente de similar condición, de modo que toda instancia de fiscalización es fundamental.
¿Cómo se hace eso normativamente? No lo sé, pero es lo que se les pide a ustedes. Simplemente estoy diagnosticando el caso.
Esa gente es muy peligrosa, no tiene idea de nada y vive en una especie de acuario, de iglú, en una especie de burbuja, en la que ellos son el reality y proyectan desde ese lugar lo que, supuestamente, representa al país entero. Reitero que esa situación es muy peligrosa, ya que no existe ninguna fórmula de fiscalización.
Por de pronto, hay que mostrar ese tipo de opiniones, entrar en ese ambiente y verlo. Es interesante conocer cuáles son los criterios utilizados, aspecto que es fundamental. Creo que ellos están muy perdidos y que al estar en esa condición necesitan ayuda.
Ha habido de todo. De hecho, en Televisión Nacional hubo una muy buena iniciativa y de muy alta calidad. Me refiero al documental “Epopeya”. Sin embargo, la programación que ofreció Televisión Nacional sobre los grandes chilenos fue muy lamentable. Allí hubo un caso de populismo inaceptable. No estoy de acuerdo que Pinochet no haya aparecido en la lista, aunque no soy pinochetista ni mucho menos, pues me parece que si la historia es reflexión y discusión no podría haber estado ausente un personaje tan significativo de nuestra historia. Su no incorporación demuestra que no se querían hacer cargo de esa situación, lo cual, a mi juicio, es un bumerán para quienes lo quieren vetar.
Oponer a figuras tan destacadas y significativas e importantes como O’Higgins y Prat o Lautaro y Prat es no entender nada, responsabilidad que recae no sólo en quien hizo el programa y trajo ese modelo de la BBC a Televisión Nacional, sino también en la plana superior. Por lo tanto, en estricto sentido de calidad, habría pedido la renuncia al directorio completo, desde el momento en que permitió que se hiciera ese tipo de comparaciones.
Me parece absolutamente inaceptable que en la serie “Héroes”, de Canal 13, hayan mostrado el bofetón de Carrera a O’Higgins. Eso es no entender nada. Debo aclarar que los dos personajes me parecen extraordinarios desde el punto de vista histórico, pero eso es no entender que O’Higgins fue uno de los hombres más valientes de este país, junto con Prat y Lautaro, quienes no tienen a nadie que los iguale. Es muy probable que Carrera no tuviera el mismo coraje de O’Higgins. Aclaro que también soy carrerino, los dos me parecen grandes personajes de la historia, pero me parece que eso es no entender nada. Por supuesto que en la ficción eso era fundamental. “Las Memorias de Adriano” de la Jourcenar es una demostración de que puede haber ese vínculo, pero eso no es lo que se está haciendo en la televisión. La falta de calidad es grave. Si se nos pudiera incorporar a través de mecanismos para hacerles ver la falta de calidad de la oferta televisiva en los distintos canales y, por cierto, en Televisión Nacional, sin lugar a duda tendrían una programación mejor. Ellos se anticiparían a los problemas que vienen y me parece que hay maneras de hacerlo, de exigirles la incorporación de más. De lo contrario, nosotros simplemente nos vamos a abstener, la que es una vieja táctica. Algunos de nosotros nos abstenemos de participar políticamente a través del sufragio. Algunos lo hacemos apagando la televisión o no contribuyendo a la televisión.
Al final de cuentas, esa estrategia conduce a la deslegitimación del medio, del sufragio o de la televisión, lo que es grave. Sin embargo, se puede hacer y lo hago permanentemente.
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Por cierto, también pueden leer la sesión del 19 de enero en que Tehani Staiger presentó los planteamientos de la Plataforma Audiovisual que fueron discutidos en la Universidad Católica hace unas semanas y que pueden escucharse en extenso en Podcaster.
7 respuestas a «Jocelyn-Holt y la TV»
excelente…:!!
por fin alguien dice algo bien dicho al respecto…!
A Holt me gusta leerlo, escuchar su voz me apesta, lo encuentro de una soberbia máximo, aunque eso no tiene nada que ver con la sabíduria y la intelectualidad del tipo.
Me pasa como a Fasarax. Jocelyn Holt es un intratable, pero cuántos aciertos suma en sus análisis.
Gracias a Maza por la doble paleteada (transcribir el discurso y soportar tanto rato el canal de la cámara de diputados).
clap, clap,clap, bien dicho.
La televisión en Chile, includísimo TVN, es un negocio y, mientras el negocio de, seguirá siendo como es hoy día: Tenemos la televisión que nos merecemos… nada más. Creo que una forma de subir la calidad o, al menos, dar una alternativa sería que TVN fuera realmente subsidiado (o tuviera una segunda señal más cultural como TVE en España), pero a menos que eso se haga estamos fritos y no sé si el Estado tendrá ganas de meterle plata a la televisión cuando tienen tantos hoyos que tapar. En cuanto a la televisión en general, creo que el señor Jocelyn Holt debiera ver cable. Lo siguiente es parte de una entrevista del diario El País a Carlos Ruiz Zafón, autor de «La Sombra del Viento», que ha vendido más de un millón de ejemplares en España.
P. Leyendo su obra, se nota el peso de su experiencia como publicitario y guionista de cine.
R. De guionista, mucho; de publicitario, mucho menos. Lo de la publicidad fue mi primer trabajo, tenía 19 o 20 años y sí, empecé de copy y acabé de director creativo; aprendí mucho y me ganaba muy bien la vida… Muchos escritores, como Don Delillo, han trabajado en publicidad porque está tocando a la literatura. Ahí aprendes a ver el lenguaje, las palabras como imágenes. Es igual que los novelistas que han sido periodistas. Michael Connelly, un tipo que me interesa mucho, fue periodista de tribunales en Los Ángeles y sin esa formación su literatura sería muy distinta, sin duda. Pero lo que sí impacta en mi obra y nunca se dice es mi trabajo dentro del cine.
P. Quizá eso explica la fluidez de su prosa y de sus diálogos y el dibujo de unos personajes que se describen hablando…
R. Exacto. Los personajes deben definirse a través de sus acciones y sus palabras, no echando un rollo patatero en un párrafo inmenso. Eso es básico en la construcción dramática. Y aquí estamos tan acostumbrados a que esto no se haga… Lo triste es que la narrativa profesional y con decoro esté ahora en las series de televisión.
P. ¿Alta literatura en televisión?
R. El 99% de la mejor narrativa que se hace hoy, de la literatura de calidad, de la gente profesional sin pretensiones ni pedantería ni pose, de la que de verdad sabe construir personajes e historias, o sea, de los que de verdad saben escribir, está en la televisión o en el cine, pero sobre todo en la primera. Gente con ambición, oficio y talento ya prácticamente no está trabajando en literatura. Ésta se ha convertido en un gueto de mediocridad, de aburrimiento, de pretensión y de pose.
Eso.
Pucha, suena bonito, pero si hablamos de pose…uff entramos en un terreno que hundiría a la mayoría de los que escriben en este blog. Que miedo.
Lo de Jocelyn Holt me parece populismo para elites. Que alguien que no ve televisión opine sobre un medio que no entiende y desprecia no me parece tan digno de aplauso.
¿Da en el clavo en algunas cosas? Obviamente, disparando a la bandada y sobretodo una bandada cuestionable, cualquiera da en el clavo. Pero eso no lo convierte en un buen análisis. Sería bueno que a Jocelyn Holt le preguntaran sobre cine, podría apostar que si lanza un análisis con la profundidad y conocimiento de este sobre la televisión, a pocos nos quedarían ganas de aplaudir.