No he querido entrar en esta polémica entre Nicolás López y Polo Muñoz, de LUN, porque me parece que a poco andar se desvirtúa, y porque Nicolás anda muy sensible con su película, y al final con sus declaraciones «soy amigo de Tarantino» se hace daño solo. La verdad sea dicha, a nadie que conozca le gustó demasiado «Santos», y bueno, quizás estamos equivocados y somos tontos y chaqueteros, pero la película está ahí, podremos verla en el futuro, y si estamos tan equivocados, bueno, el tiempo dirá mejor que uno. Lo que me llama la atención de la película, por cierto, y es lo que traté de decir en un podcast que hicimos con Villalobos, es que la película tiene una gracia, pero es extracinematográfica, y es que López es ambicioso, y no lo va a parar nadie, y que nada mal le haría a la industria local contagiarse de esa ambición, esa fuerza por hacer que el reloj empiece a girar para el otro lado. Con «Santos» y su presupuesto de 7 millones de dólares, López está cerca de transformarse en el Más Grande Productor de la Historia del Cine Chileno, sino fuera por… Miguel Littín quien entre 1989 y 1991 hizo «Sandino» con Televisión Española y un presupuesto de 975 millones de pesetas de la época, unos 9,3 millones de dólares (en 1992, un dolar correspondía a 105 pesetas, app).
El símil entre López y Littin, en cuanto productores, no me parece nada descabellado: ambos son cineastas imparables, que sacan adelante sus películas a cualquier costo, y que tienen el encanto necesario para subir a sus proyectos a todo el mundo. Sus estrategias son ciertamente paralelas: Littin siempre apeló a la solidaridad política; López apela constantemente a la solidaridad geek.
Por cierto, ambos transitan por territorios igualmente riesgosos: el peligro de esta ambición de productor es que se contagia el director, y los excesos se vuelven pan diario, y terminan por ahogar al cineasta. Yo me pregunto si es posible que López pueda aprender la lección Littin, y se aleje de los excesos, o acaso estos son como una droga adictiva a la que no se puede renunciar. Su futuro como cineasta depende de eso, creo yo.
20 respuestas a «¿Es Nicolás López el nuevo Miguel Littín?»
Gonzalo: No hay tal polémica.
Si polo lo dice, debe ser
De todo lo que se ha escrito de Santos, esto, lejos, es lo mas divertido.
Gracias maza!
Jaja, gracias, Nicolás. Igual me esforcé… 🙂
Dígase lo que se diga de Littín, al menos tiene un Chacal de Nahueltoro a su haber, lo cual lo salva diría yo, de ser un mero productor con encanto y ñeque. Seguro que en su época de novel director tenía en su cabeza grandes y ambiciosos sueños, similares en tamaño a los que debe tener Nicolás López. La diferencia está en que Littín parece ser que pretendía renovar el cine, enseñar y ser un héroe social. Lo de López, a simple vista, parece más simple; transformarse en marca registrada y en un bien de consumo. Puede ser verdad que su ejemplo sirva para inyectar energía y ambición a nuestros jóvenes cineastas, pero ¿dirigida a donde? Sin sentir una especial antipatía por su persona o por su cine, a mi parecer seguir a López es ir con él a la trampa (la gran trampa de la era moderna) y la verdad es que no se lo aconsejaría a nadie por quien sintiera simpatía o estima.
Sin entrar en profundidades como las de Marchini (soy demasiado moderno para aquello), pongo en duda si el cine Chileno necesita aprender de la ambición de López o si López necesita dejar de lado ambición y hacer películas más modestas, cómo las que sus propios ídolos (De la Iglesia, Ramini o Jackson) hacían al comienzo. En el género freak-bizarro el bajo presupuesto funciona tan bien como el alto. Estoy hablando sin haber visto SANTOS, sólo en base a Promedio Rojo que, sumando y restando me pareció un muy buen debut. Obviamente estoy hablando de ambición en términos de agrandar la producción, no de «ambición artísitica». Más allá de López, creo que el futuro de nuestra industra (si existe) va más por las pelis chicas que por las mega-super-duper-multi-producciones.
¿Saben qué otra cosa me carga de López? Que cada vez que alguien lo critica, o trata de hacer un análisis de su película o de su persona como cineasta, él aparece diciendo que es genial lo que escribieron de él, que es gracioso, que los críticos son humoristas y la cacha de la espada. ¿Genuinamente lo encuentras divertido, López? ¿De verdad Polo es un humorista? ¿O la cosa va más por el básico mecanismo de defensa? Mmmm.
El dinero no hace magia, con este tipo de películas ha surjido el concepto de que cualquiera puede «dárselas» de director, si tengo plata, puedo hacerlo. Yo prefiero el buen cine y las ideas brillantes, con poca plata. En el tiempo eso es lo que queda. (lo ideal sería alcanzar el equilibrio). Lo que me dejó santos: una inmensa fobia a las moscas.
Por el básico mecanismo de defensa.
Depende del caso…por ejemplo, el titular de Maza es divertido. No es tonto, no es huea, es divertido, tiene una tesis, puedo estar a favor o en contra, pero como titular, me parece divertido. Maza dice idioteces que nunca he dicho yo como «soy amigo de Tarantino», pero bueno, la prensa en Chile es como el juego del telefono donde el mensaje se distorsiona hasta su maxima expresion. En el caso de Polo, su critica es surrealista y solo tiene rabia y un tono snob-huea que siempre me ha cargado. En el caso de Villalobos, en La Tercera me parece OK, es una critica fundamentada, obviamente, no estoy de acuerdo, pero no es destructiva y habla de la pelicula y no de su price tag o de lo muy o poco huea que soy yo. En el caso de Ayala, me parece OK…aunque se vaya por las ramas. En el caso del Metro…no se como se llama el chico, es surrealista su titular «¿Como Lopez se gasta 6 millones en tiempos de crisis en hacer esta pelicula?»…algo totalmente idiota, siendo que el dinero no es chileno y mas encima se invirtio cerca de 1,5 millon de dolares en la produccion local de la pelicula. La de Garrat del Wiken, era una critica positiva, pero una muy mala critica por la forma en que estaba escrita (cometiendo errores basicos como equivocarse en que actor es el Antropomosco) y eso. No es una actitud a la defensiva. Solo que tal como los criticos, critican…asumo que uno tiene el mismo derecho de vuelta si es que siente que dicen estupideces. ¿O no? ¿o si?
Yo creo que decir idioteces, como dice Nicolás, tiene mucho valor, sobre todo cuando las idioteces dicen algo más de lo aparente. Creo que cito a Robert Rodriguez cuando en «Rebelde sin pasta» dice que para hacer películas hay que luchar por hacerlas, y hacer la mayor cantidad posible, porque todo el que quiere dedicarse a una disciplina artistica y no es naturalmente un genio tipo, no sé, Charly García o Mozart, uno va a escribir dos, cuatro, diez canciones muy malas hasta que empiecen a salirle mejores. Aunque después RR dice (y no sé si López leyo esa parte) que había que hacerlas con lo mínimo posible, baratas, bien baratas, para equivocarse tranquilo. Lo curioso es que de ese aprendizaje, a Lopez se le fueron presentando oportunidades, y se le abrieron puertas, ¿y qué clase de papanatas no cruza una puerta cuando se le abre frente a sus ojos? Me parece que López, como los deportistas, fue lo más lejos que pudo, rompió sus propias marcas, y más importante que la película, es la proeza absurda de haberla hecho, y estrenado y todo lo que quieras, con los miles de errores que podamos encontrarle. No quiero sonar paternalista con este comentario, solo quiero reafirmar que su ambición de productor está cumplida, con creces, y que la SOFOFA o qué se yo debería darle el premio de personaje del año, porque no conozco otro proyecto asi de gigantón (ni acá ni en ningún lado) levantado con tanto ñeque. Y ahora, como Lopez es alguien bastante inteligente, es bueno que se ponga por delante metas artísticas, que no es hacer El chacal de Nahueltoro 2 (que… tampoco es tan mala idea…) sino que hacer una mejor película que la anterior. Que el productor no se coma al director, porque si en el cine tu meta es el éxito comercial, no solo está relacionado con ganar plata (que, como decía Diego Izquierdo, tampoco se gana tanta en el cine en Chile, ni siquiera con un mega exito comercial como «Sexo con amor», porque construyendo un edificio se gana más plata, decía) sino que conectar con el zeitgeist, el espiritu de tu epoca y que mucha gente sienta que lo que estás diciendo en tu película, de alguna manera, los representa, los conecta, los hace sentir valorados. Más allá de lo que nos parezcan como películas, «Promedio rojo» le apunto a eso, y «Santos» no, y como decía Hitchcock, cuando las cosas no resultan hay que hacer lo que hacen los exploradores cuando se pierden, «run for cover»: devuelvete por el camino por el que venías hasta que sientas que sabes dondes estás nuevamente, y vuelve a emprender camino.
Pues si. En eso estamos. Trabajando para usted.
A mi me parece que a cualquiera puede no gustarle la película de López, pero de ahí a andar dándole consejos acerca de como llevar a cabo su carrera, me parece una patudez. Yo no he visto «Santos» (aunque tengo hartas ganas de hacerlo), y si voy y no me gusta, el día del pepino voy a andar diciéndole a López que cosas debe hacer y cuales debe dejar de hacer.
Los críticos y amigos de los críticos están pidiendo que se acepten las críticas. Ok. Pero que los críticos también acepten que quienes hemos trabajado en cine tenemos una experiencia que ellos no tienen.
Además, estoy seguro que hay mucha gente a la que le cae mal López y que está disfrazando su odio con opiniones o críticas «cinematográficas» ¿Por qué mejor no le dicen que les cae mal y dejan de confundir el asunto?
Así de simple, no caguen fuera de tiesto.
Me disculpo, entonces, con la policía del buen comportamiento, siempre atenta y saltona. Nada más lejos de darle consejos a López sobre qué hacer con su carrera: que haga Santos 4, si le parece. Más bien, porque por alguna extraña razón le tengo estima personal y lo conozco desde que tiene 12 años, es que dije lo que dije. Pero tienen razón: para la otra le mando un email y me ahorro la agresión gratuita.
«Hoy, en una cultura donde los directores se ven obligados a hablar demasiado, a revelar demasiado y a explicitar siempre sus propósitos, aprecio profundamente el ejemplo de uno de mis autores favoritos, Terence Malick, quien casi no ha hecho ninguna declaración pública sobre su trabajo desde los 70. Y los modernos autores, al volver a desaparecer de ese modo en el ‘texto’, al centrarse no sólo en ‘sí mismos’ en el sentido estrecho del término, sino más bien en el cine mismo como lugar de transformación, pueden renovar nuestras cargadas y subteráneas relaciones con la más hipervisible de las formas culturales.»
MARTIN, Adrian; ¿Qué es el cine moderno? p. 54
Bueno, menos mal que no había tal polémica, sino quien sabe qué cosas se hubieran dicho jajajaja…
Creo que tampoco es de lo más justo decir que todos los críticos son cineastas frustrados y cosas por el estilo (habrá algunos, pero de buena fe no creo que sean la mayoría). Hacen un trabajo bastante digno al filtrarnos algunas porquerías (los de diarios y blogs) o nos ayudan a comprender mejor las películas (los de revistas especializadas y libros). Pero tampoco son la última palabra. Creo que lo más importante es tener fundamentos.
Pásenlo bien, a emborracharse con moderación (o acompañados para no causar desgracias)
las alienzas y colaboraciones entre criticos y cineastas existen hace tiempo y como resultado hay excelentes peliculas y ensayos que enriquecen mi experiencia como espectador. Finalmente, creo que cine y critica se necesitan mutuamente, y cual familia, siempre habrán estas «diferencias,» que en el fondo, son parte de la dinamica de la comunidad. Imaginen que todas las peliculas fueran iguales! Nos dedicariamos a otra cosa.
He leido algunas criticas de Muñoz de LUN y ninguna de ellas se me ha presentado si acaso verosímil. Me parece polémico que un crítico de cine haga tan mal su pega.
Bonito el tema de la desaparición del autor y la cuña de Malick. Bresson dice algo parecido en una entrevista que cuelga en Youtube. En respuesta a sus entrevistadores contrapregunta filoso: «Su pregunta se trata del film o de mí?»
En relación al lanzamiento de concurso Analízame por el director que ha producido la obra más «superproducción», relevo el film «Llueve Sobre Santiago» (1975), de Helvio Soto, producido por Jacques Charriere (ex de Brigitte Bardot) y filmado en Bulgaria. La película cuenta con Jean Louis Trintignant y Annie Girardot y banda sonora original de Astor Piazzola. Ocupó miles de extras y una reconstrucción en cartón-piedra a escala 1:1 de La Moneda, que luego es bombardeada. Integra el grupo de películas llamadas «del cine solidario» (tal como «Actas de Marusia» de Littin), verdaderas agit-props postgolpe, y por ende tuvieron mucho aporte voluntario y actor de fama haciendo roles secundarios sin cobrar. Quizás por ello no alcanza el valor cash de «Sandino» o «Santos», pero en términos reales califica como una «superproducción» al nivel de éstas. Bulgaria puso los extras. Para mí, el ganador es… Helvio Soto.
Léase también post anterior Analízame: http://www.analizame.cl/blog/?p=1061#comments
A mi me hizo reir bastante y me parece que los críticos en este caso han estado bien poco certeros. Creo que es muy desprolija, pero que hay un «estilo NL» (pensandola junto con promedio rojo) que es personal y, contrario a lo que se dice, nada industrial. Pero para mí no termina de cuajar y quizas es porque ha habido demasiada energía gastada en la producción y la parafernalia y esa energía sale del director y es limitada. El problema no son las lucas en sí mismas sino la falta de concentración para afinar el estilo. Por ejemplo los actores: solo antropomosco da en el clavo del tono, no se lo toma tan en serio pero tampoco va por la ironia escolar de otros. Creo que esa precision se consigue haciendo mas peliculas por cierto pero tambien concentrandose más en lo que más importa.