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RUIZ: Qué lindo es ser eurobasura

Acerca de Ce jour la y los suizos.

Ayer fue la función de «Aquel día» (Ce jour-lá), una película suiza de Ruiz, que es una sátira sobre la burocracia suiza, y de alguna manera, sobre la demencia que subyace debajo de tanto orden y civilidad.

Ya saben: los suizos. Los suizos, con su banderita roja con la estrella blanca son un ejemplo extremo, casi sicópata, de limpieza y orden. Yo estuve en Ginebra hace un par de años, y me quedé con la sensación de haber estado es una gran juguetería de los años 30, con tranvías que cruzan la ciudad, y cuatro o cinco semáforos en cada esquina, uno para cada usuario (hay semaforos para autos, buses, ciclistas, peatones y motos). En el suelo están pintados las vias por las que deben avanzar cada uno de ellos. La gran atracción suiza es un ridículo chorro de agua que en verano dispara agua sobre el río Ródano. Es ciudad de burócratas de la ONU, la Cruz Roja Internacional, la Organizacion Internacional del Trabajo, y varias más así. Gente con mucho dinero que no hace nada. Es, también, una de las ciudades más caras de Europa: ir a un restaurant es un crimen.

No es casualidad, entonces que los personajes de Ce Jour-lá sean miembros de una familia de adinerados que no hace nada, más que tramar cómo deshacerse de Livia, un mina flaca y media loca que hereda toda la fortuna de su madre difunta. Por el otro lado, un asesino que se fugó del manicomio de la ciudad (¡porque alguien dejo la puerta abierta!), llega hasta la casa donde Livia vive sola… ¡y empieza a matar a todos los que vienen a matar a Livia!

Emil y Livia, locos de amorMientras loca y loco se entienden, el resto del clan es un grupete de «malos mentirosos» (gente que no sabe mentir), entre los que se encuentra el inspector de la policía (que sufre constantes calambres en las manos), y su ayudante Ritter, que tiene una idea brillante para resolver la fuga del asesino: no hacer nada. O hacer como que no se hace nada para que los demás crean que no hacemos nadas y así poder hacer nuestro trabajo con tranquilidad. Algo que podríamos llamar el manifiesto burócrata.

Así, la policia se la pasa en un restaurant, y la familia de Livia va muriendo, uno por uno, en la mansión. Los dialogos entre los dementes son cosas como:

  • «Me gusta tu nombre. Viene de tu rodilla».
  • «Dejarla sola en esta casa… donde ronda el diablo».
  • «Vaya despelote el que tienes dentro» (Livia tocando la cabeza del asesino).
  • «Usted es un angel. Tengo la teoría de que toda persona que cae al suelo es un angel».

Hay otras referencias a las multinacionales, simbolizadas por un ingrediente para ensaladas llamado Salsox, y que esta omnipresente en toda la película. En una escena en el restaurant, todos los comensales sacan Salsox del bolsillo y lo ponen sobre la mesa. Y luego lo vuelven a guardar.

Así es más o menos Ce jour-lá: más o menos. Hay referencias bastante burdas (un hombre en el restaurant resuelve un crucigrama con fotos de las caras de los protagonistas de la película… ¡oh, sí, esta película es un puzzle!), el humor es muy suizo (lo digo en serio), aunque está muy bellamente filmada. En el primer ataque que hace Emil Pointpoirot, el asesino, a Livia está filmado con deformación de la imagen (como ocurría a menudo en el cine B de los 50s) y es bien aterrador. El trabajo de cámara es muy apretado: casi no hay profundidad de campo en ninguna toma, y se ocupan muchos primeros planos al rostro (el rostro de Livia es para verlo por horas): lo mismo con el uso de la música, que constantemente busca escapar de no ser una heramienta de suspenso. Pero como película es poco exploratoria: es como esos poemas de Nicanor Parra, hechos para la tribuna, donde los espectadores ríen en cada verso.

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No quiero dejar de mencionar el episodio de Raúl Ruiz que aparece en «A propósito de Niza» (À propos de Nice, la suite 1995). La película es un «encargo cinematografico» hecho por el municipio de Niza para celebrar vaya a saber uno qué, y que está en directa referencia a un documental llamado igual, de 1930, dirigido por Jean Vigo. La estructura es un compilado de siete viñetas dirigidas por ocho directores: Abbas Kiarostami y Parviz Kimiavi (el primero), más Catherine Breillat, Claire Denis, Raymond Depardon, Pavel Lungin, Costa-Gavras y, el último, Raúl Ruiz. Fue la primera de las exhibidas en este ciclo, y el episodio de Ruiz bien podría ocuparse como un excelente punto de entrada a sus películas. Es onírico, es alegórico, es un espiral. La constante dualidad (somos dos personas, y esas dos personas son también otros dos) está perfectamente representado en la figura de una mujer que es «perseguida» o es «la perseguidora» de un personaje obsesionado con ella, interpretado por el fallecido Andrés Perez (sí, claro, el mismo de «La Negra Ester»). En el corto está presente la voz en off (el relato paralelo) tan típico de las de Ruiz, está los planos compuestos por otros planos, y las imagenes reflejadas en sí mismas (Pérez sostiene en sus piernas un espejo con un orificio al medio, que puesto frente a otro espejo, refleja a Perez decenas de veces). El corto es sencillo, acaso si se puede decir eso de algo filmado por Ruiz.

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No se pierdan hoy «Un lugar entre los vivos» (Une place parmi les vivans, 2003). Un abrazo.

Por Gonzalo MAZA

Una respuesta a «RUIZ: Qué lindo es ser eurobasura»

Gonzo,
Lamentablemente no estaré en Santiago para tu cumpleaños (el próximo 5 de noviembre, claro), pero estoy seguro que sí estarán ahí el espíritu chileno de Ruíz y de Mao Rojas. Al mismo tiempo. Abrazo grande.
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