Francis Ford Coppola dice que en cuatro años más nadie va a estar filmando en celuloide, todos se van a cambiar al digital. Además, según él que todavía le tiene pica al documental «Hearts of darkness», sobre la filmación de «Apocalipsis ahora», y que aunque la película no aparece en la reciente ultracompleta edición en DVD de la película, dice que le gustaría hacerle un commentary track a ese documental para «contar las cosas tal como fueron».
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La Tercera, en su sección de política y no de espectáculos, informa que Miguel Littin está recolectando testimonios de ex prisioneros de Isla Dawson para hacer una película sobre el tema. Uno de sus principales testigos es el ex ministro de Educación (y defensor de Bachelet en el debate presidencial del año pasado) Sergio Bitar, quien escribió un libro sobre su pasada por ese campo de concentración en 1973. Ojalá que tenga mejor suerte que «Pisagua», el postergado proyecto de Cristián Galaz, inspirado en el paso del humorista Jorge «Chino» Navarrete por esos terroríficos lugares.
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De acuerdo a una nota de la revista New York, el director Spike Lee es un cuico que tiene casa en Martha’s Vineyard, inscribió a sus hijos en el colegio privado más caro de Manhattan, y el padre de su esposa Tonya es unos de los ejecutivos más prominentes de la tabacalera Philip Morris. Así no más es. Spike Lee en estos días estrena su documental de cuatro horas sobre el desastre del huracán Katrina en Nueva Orleans. [Via Cinematical]
8 respuestas a «ATAJOS 17/8: Coppola, Littin, Spike Lee»
Por lo que tengo entendido, Lee abandonó hace años su rollo de guerrero social, pero además tampoco tengo claro que nunca haya hablado en contra de tener plata. Lo que le pateaba era la discriminación racial, que -entre otras cosas- se tocaba con el tema de la distribución del ingreso.
Así que el tipo se forró y se casó con una bella niña pija y ahora vive en un palazzo y además sigue filmando cosas como La Hora 25. Bien por él.
Sí, el articulo está linkeado solo por propósitos de entretenimiento. No hay un afán de denuncia de voltereta de chaqueta o algo por el estilo. Queda claro, eso sí, si uno lo lee, que Spike Lee no ha perdido su voluntad de guerrillero ni por un segundo. Y que quien lo escribe se lo agarra para la chuleta como quiere.
Este fin de semana voy a Cape Cod, donde está la isla de Martha’s Vineyard. ¿Paso a saludarlo?
nunca he entendido los halagos a la hora 25. alguien se inspira como para explicarlos?
Hum. A mí por lo menos me gusta porque es una película sobre la castración, sobre no tener control ni poder incluso viviendo en el corazón del país -se supone- más poderoso del planeta. Y no importa cuánta plata tengas, ni cuántos contactos, amigos, pinta o minas ricas, al final el sistema al que adoras funciona porque te convierte a ti, ciudadano de a pie, en un ser disponible para el abuso y el mangoneo y ninguno de nosotros -por pío que se crea- está así demasiado lejos de este supuesto criminal que es el personaje de Norton.
Y eso. Además me gustó porque claramente estaba pensada para verse y escucharse en cine y no en DVD, aunque reconozco que eso es muy personal.
A mí la larga secuencia de la fiesta la recuerdo como de las más tensas (e intensas) que haya en visto en el cine en los últimos años. Es como un requiem en una discotec.
segun recuerdo, norton pierde «el control y el poder» por vender drogas. y eso en la pelicula es mostrado como algo socialmente muy malo, dado que sus socios son violentos gangster rusos y el unico cliente que le vemos es un yonqui desprovisto de dignidad.
de la fiesta me acuerdo del clasico plano lee, con ana paquin caminando sobre ruedas.
no se, puedo estar equivocado, pero a spike no le compro nada. pero bueno, me pasa lo mismo con el eastwood artista y con michael mann.
…que son todos cineastas preferidos de Villalobos. Solo como descanso, échenle un ojo al trailer del díptico de películas de Iwo Jima que hizo Clint Eastwood, que LO SÉ, ya tiene salivando a varios. Está en el sitio de la WB en Japón. La lata es que están en WMV, y no en Quicktime. Leí por ahí que las películas (en términos de fotografía) se ven como una de Sokurov, «The sun», que se trata precisamente de la misma época.