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FESTIVALES DE CINE

BAFICI 1: Cine militante

Con permiso, me presento, soy Felipe Fernández y esta es mi segunda aparición intempestiva en este blog. La primera fue para SANFIC 2006 cuando me ofrecí a remplazar a Gonzalo un fin de semana que tenía que salir de Santiago. Esta vez, como estoy de paso por algunos días en BAFICI 2007 me ofrecí para hacer de corresponsal. No prometo nada, solo trataré de ser honesto, ameno y generoso.

Lionel SoukazPrimer día en BAFICI para mí, partió en la mañana con dos piezas del director francés Lionel Soukaz en función privada. Soukaz es cineasta, homosexual y revolucionario militante, heredero de una corriente intelectual de gran fuerza en los setenta que entendía que la revolución política iba de la mano de una revolución sexual. En esta línea podríamos situar a los filósofos Rene Scherer y Michel Foucault y a cineastas como Pier Paolo Pasolini y Barbara Hammer. Lionel Soukaz, otra vezEl primer cortometraje, Ixe (46′, 1980) es un montaje de fragmentos y escenas de cortos anteriores junto con otras de diversa índole. Un hombre se mira al espejo, se desviste, se afeita, corre desnudo por la playa con su perro, se echa en la arena, su perro lame sus genitales, se masturba, se disfraza, baila frente al espejo, se toquetea, un grupo de amigos se rie y conversa, una pareja de hombres se besan desnudos, hacen el amor. Todas estas imagenes montadas con otras, de conejos, el papa, imagenes de archivo, hongos nucleares, que lo sitúan en un contexto histórico. Para mi sorpresa, pues generalmente me aburren los ejercicios puramente formales e intelectuales, aquí la cosa funciona a nivel cinematográfico. De partida, el virtuosismo del montaje se hace aún más patente cuando pensamos que aquí todo se hizo en moviola, en una era pre final-cut. En segundo lugar, a pesar de lo fragmentario, se cuenta una historia y todo acompañado por musica electro ochentera que ya querría yo tener en mi colección de discos. Un corto pop y vanguardista que se deja ver y disfrutar (si no se espantan por los fragmentos homosexuales de sexo explícito, claro está.)

Lionel Soukaz, otra vezLa segunda pieza, el mediometraje Maman que man (49′ 1982) es una pequeña joya cinematográfica. La historia, semi-autobiográfica, es bastante simple, un adolescente homosexual que sueña con hacer cine cuya madre está muriendo de cáncer, se enamora de un hombre que promete ayudarlo a convertirse en cineasta. Filmada en 35mm en película de alta sensibilidad y casi exclusivamente con luz natural, la imagen posee un grano gigantesco que jamás había visto en cine. Soukaz muestra en este cortometraje su maestría fílmica, con un montaje y un estilo narrativo crudo y muy original sin caer en sensiblerías baratas ni efectismos inútiles. No es una exageración el comentario del catálogo de BAFICI que lo compara a un Fassbinder francés post nueva ola.

Es una pena que no alcance a ver otras piezas de Soukaz en BAFICI que aún hoy permanece como un director secreto y desconocido. Su mayor fama viene del hecho que la prohibición en Francia de una de sus películas desató una de las mayores protestas contra la censura de la ley X, en la cual participaron intelectuales de alto calibre: Foucault, Deleuze, Simone de Beauvoir, Marguerite Duras, Barthes, Guattari.

Durante la tarde me perdí los platos gordos por falta de entradas. Alcancé a pillar un par de mediometrajes de Jem Cohen, otro cineasta a quién se le dedica una retrospectiva en el festival. Oriundo de Washington DC, Jem Cohen fue parte del movimiento punk de los ochenta y tiene a su haber varios documentales de bandas de rock, entre ellos uno sobre Fugazzi (Instrument, 115′, 1999) sobre el cual se han escuchados muy buenos comentarios. Esta vez se trataba de dos piezas, Buried in Light (64′, 1994) filmada en super 8 y Lost Book Found (37′, 1996) Lost Book Founden Betacam. La primera es el resultado de un viaje que realizó por países de Europa del Este poco después de la caída del muro de Berlin. Su premisa era retratar estos países en ese tiempo de transición en que los regímenes comunistas acababan de caer pero cuando aún el capitalismo occidental no los había invadido. Para el audio, Jem Cohen usó una radio de onda corta para grabar desde Nueva York emisiones de los países que había visitado. La segunda pieza es una narración en primera persona, tambien construidas sobre retazos filmados en las calles de Nueva York. Una voz en off se identifica como un vendedor de un puesto de maní callejero y va narrando diversas situaciones y encuentros en la calle. Aquí hay una reflexión sobre los espacios públicos con claras referencias a Walter Benjamin. La piezas eran un poco aburridas, debo reconocerlo, y un poco pretensiosas también. Su mayor fuerza es la maestría para filmar en Super 8 y Betacam, formatos marginales, imagenes de una belleza superior. Un dato de trivia, en Lost Book Found hay una toma de una bolsa de basura siendo mecida por una ráfaga de viento. No me extrañaría nada que esta escena haya sido el origen de la escena análoga de American Beauty y que luego Todd Solondz ironizara en Storytelling.

Claramente este no es el mejor Jem Cohen que se presenta en el festival, pero sin embargo eran piezas «interesantes» con todo lo positivo y negativo que conlleva esta caracterización. Hasta el momento, si me tengo que quedar con algo de Cohen, rescato sus «19 deseos para un cine activista», que fueron publicados ayer por Sin Aliento, el diario del festival, que reproduzco a continuación,

19 deseos para un cine activista, por Jem Cohen

1.- Que me cuente algo que no sepa y pregunte tanto como responda.
2.- Que sostenga un espejo frente al mundo roto.
3.- Que tome una nueva forma, de alguna manera distinta de la de películas anteriores, especialmente aquellas dentro de su propio genero.
4.- Que no deshumanice o utilice golpes bajos.
5.- Que sea como un shock, incluso bajo una forma incómoda o alegre.
6.- Que no se vea como un video musical o huela como una publicidad.
7.- Que sea de alguna manera, misterioso, ambiguo, extraño.
8.- Que sea de alguna manera, divertido.
9.- Que me inspire furia.
10.- Que me inspire hacia la paz.
11.- Que no se guíe por los mandamientos de Hollywood (cine como negocio, películas como productos, adoración de celebridades y espectáculos, vida en tres actos predecibles)
12.- Que sea más que propaganda.
13.- Que evite el sentimentalismo.
14.- Que le hable con verdades al poder.
15.- Que le hable con verdades a los sin poder.
16.- Que busque en las sobras de la historia.
17.- Que me haga querer ponerme a trabajar.
18.- Que luche por la honestidad.
19.- Que me vuele la cabeza.

2 respuestas a «BAFICI 1: Cine militante»

Felipe/analizameinBA, averigua si volverán a dar Dostoevsky´s Travels ( la dieron hoy en la sala 8 ). Hace un tiempo me lo recomendaron (también fue una de los cuatro datos de Radar el fin de semana pasado)y comprobé que es un documental increíble. La cámara sigue al último descendiente de Dostoievski (chofer de micros en Rusia y se llama Dimitri), que es invitado a Berlín año 90 por la Sociedad de amigos de Dostoievski de alemania. Y el bisnieto, que está en otra, va a los grandes salones a quedarse dormido y después recorre tiendas de autos usados porque sueña con llevarse un Mercedes Benz a San Petesburgo. En el festival hay una retrospectiva del director, Pawel Pawlikosky.
Activismo del mejor: del que no se discursea. chao.

Hola Juan Pablo, gracias por tu comentario, si ví a Pawlikowsky y lo comento en el ultimo post. En todo caso no encuentro que su cine sea activista (por lo que he visto). En cambio veo una reflexión política, que en muchos casos puede ser algo más profundo y provechoso. El activismo implica la promoción de ideas específicas de cambio social o político, mientras que la reflexión muestra un problema y sus complejidades sin necesariamente abogar por un cambio o idea específica.

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