Por Cristóbal Fredes
Mientras Gonzalo Maza esta de vacaciones en Dubai me ha prestado las llaves de su hogar para que escriba «de lo que quiera». Así que quería aprovechar de mandarle saludos a mi tía Rina que ayer fue operada ¡Fuerza tía! No, broma. Solo quería tomarme el blog esta tarde de sábado para contarles que ya se estreno «Mirageman» el pasado jueves y, como pocas veces en la historia de nuestro cine, el estreno ha venido acompañado de un éxito de crítica mayúsculo. Unánimemente –al menos en lo que respecta a la prensa escrita– los cronistas se han encandilado con la simpleza y honestidad de «Mirageman» y, como nunca, han sido generosos en adjetivos y estrellas.
Las calificaciones más altas han venido de parte de críticos de La Tercera y La Segunda, quienes han ungido con la calificación máxima –cinco estrellas– a la cinta de los realizados de Kiltro. Aunque también la película ha tenido calificaciones altísimas en Rolling Stone, La Nación y Wikén (quienes además llevan la historia tras «Mirageman» como nota de portada) y ha logrado comentarios más que entusiastas en LUN y Capital. La nota más escéptica la ha puesto de momento Hermes, quién en su habitual e hilarante columna de cine de la Zona, muestra sentimientos ambivalentes respecto a la cinta del primer superhéroe chileno.
Muy bien por Mirageman y esperemos que los números la acompañen en este primer fin de semana y los subsiguientes. No habría por qué pensar que no ya que, además de este espaldarazo crítico, Mirageman ha tenido una de las más originales e inteligentes campañas de marketing creadas en Chile para una película. Campaña que, además de aplausos, generó una simpatía previa hacia el personaje, logrando crear cientos de fanáticos y abanderados antes de que el film se estrenase.
Aunque confieso que Mirageman no me cautivó, no me explayaré al respecto (nunca tan mal educado con el dueño de casa en mi primera visita, quién por lo demás la ha alabado en más de una oportunidad) y solo me remitiré a preguntar, a modo de polemizar un poco, como quién hace un asado en viernes santo, lo siguiente: ¿Cuanto tienen que ver la honestidad, la humildad, las ganas y las pocas pretensiones con que una película sea buena o no? Seguramente algo pero ¿Tanto? Lo digo por que en casi todas las reseñas se destacan aquellos aspectos como los grandes méritos de la película. Y está bien, todos esos adjetivos son más que ciertos y por eso es que nos caen bien Zaror y Díaz, nadie duda de sus buenas intenciones y de que son buenos tipos. Pero aquellos méritos ¿no debieran ir en un carril distinto a la hora de evaluar la película?