Cuesta acceder al sitio de Capital, así que aquí les copio la nota del anuario de Hector Soto en Capital. Soto es un crítico con el que casi nunca comulgo en sus comentarios, pero de quien admiro su escritura, su capacidad de decir cosas muy simples y encantadoras de las películas más terribles, y quien, la verdad, cuando odia una película, lo peor que dice de ella es que es aburrida. Un caballero. Acá va. Dicho sea de paso, yo una temporada escribí en Capital y editaban muy bien mis notas. Y escribiendo allí, jamás habría pensado que la palabra «tortillera» estaba en el Manual de estilo de la revista. Acá la ocupa. Slds.
Un fabuloso vuelo de Scorsese
«El aviador», el mejor estreno del año, pasó un tanto inadvertido entre los portazos que le dio la crítica local y los desaires que antes le propinó Hollywood.
Héctor Soto
Sólo un cineasta con la pulsión emocional de Martin Scorsese podía reivindicar para la pantalla a un personaje tan obsesivo y tan fracturado como Howard Hughes. El resultado es enloquecedor y muestra a un protagonista que, habiéndose sobregirado en todos los planos de la vida, sólo vino a desplomarse cuando su espíritu de aventura lo llevó más allá de lo que le permitía su autonomía de vuelo cerebral. Trabajando dentro de los códigos de la superproducción biográfica tradicional, Scorsese también estira la cuerda hasta los límites de la disociación expresiva y reconoce en su personaje a un compañero de ruta en materia de compulsiones y excesos.