“Como seguramente nunca me han visto, voy a presentarme. Soy el más conocido de los directores desconocidos. Así, por lo menos, me definió un crítico inglés hace treinta años y la frase continúa siendo cierta. Tal vez se deba a que no hago películas de aventuras, de amor ni de efectos especiales. Aunque en mis películas hay aventuras, amor y efectos especiales. Por ejemplo, esta es una película de aviones, pero como no teníamos muchos aviones tuvimos que hacer volar la cámara.”
Ayer fui a la función de las 10 de la noche de «El fundo perdido» (en el programa, «El dominio perdido», Le domain perdu, 2004), la película de aviones de Ruiz. Podríamos decir que es una película de aviones, que incluye a un cazador de tesoros, piratas, fantasmas, valiosos mapas que no sirven para nada y, efectivamente, cámaras voladoras.
Si existe un desafío para alguien que escribe de cine, es describir con justicia la trama de una película de Ruiz. Vamos a tratar.