Peter Brunnete de The Hollywood Reporter la llama una película «vital y extrañamente arrebatadora». «Mejor aún», agrega de inmediato, «su crítica política a la dictadura de Pinochet es indirecta y sutil, lo que la hace más fresca».
Para quienes vivan en la luna, «Tony Manero» es la historia de Raúl Peralta (Alfredo Castro), un cincuentón que está obsesionado con el protagonista de «Fiebre de sábado por la noche», y que hace un show nocturno en una boite santiaguina bailando como John Travolta, pero que luego ante sus frustraciones se vuelve un asesino en serie. La película ha llamado la atención por su violencia desatada y por la manera de retratar la época oscura que fue 1978. (Enrique Maluenda tiene una aparición como él mismo en la película, lo que no deja de ser violento y arrebatador, si me preguntan).
Emol, además, recopila los comentarios elogiosos de Jacques Mandelbaum en Le Monde, y Jonathan Romney en Screen Daily.
Aunque digamos que el primero en comentarla en Chile (y quizás a nivel mundial, si nos ponemos así) es Cristián Jiménez en su blog, cuando vio el Work in Progress en Toulouse:
Una película pesadillesca, muy consistente y bastante compleja en su mirada sobre la banalidad de un chileno marginal obsesionado con ser norteamericano. No digo más, porque puedo meter las patas y sé que la peli tiene un tiempo por delante antes de estrenarse. Los éxitos logrados son merecidos. Creo que va a pegar un pequeño remezón.
Pueden ver imágenes promocionales de la película en esta pequeña nota hecha para internet por el sitio de AOL en Italia.