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Buscando chilenos… otra vez

¿Sabes que la corrección de la traducción de El halcón maltés la hizo la escritora chilena María Luisa Bombal, que fue muy amiga mía? La versión en español de mis primeras películas tiene su sello; también corrigió In this our life, que adapté de una novela de Ellen Glasgow, donde iban Bette Davis y Olivia de Havilland; y Across the Pacific, donde iba también Bogart y Mary Astor. También tiene su mano Huracán de pasiones (Key Largo, 1948), que hice tomada de la obra teatral de Maxwell Anderson… iban Bogart, Lauren Bacall, Edward G. Robinson, Lionel Barrymore; el mismo equipo con el que quisimos filmar House of Mist, basada en la novela de María Luisa, con quien trabajamos el guión entonces. De ella también es la traducción de los diálogos al español de The Stranger, que dirigió Orson Welles, cuyo guión escribí basado en una historia de Víctor Trivas y Decla Dunning…

Bueno, bueno, quien habla es John Huston entrevistado por Waldemar Verdugo, y (re)publicado en Mabuse. El tema surgió por un artículo del bueno de Gonzalo Baeza en el suplemento Cultura de La Tercera hace un par de semanas, en el que se hacía mención al trabajo de la Bombal en la Paramount, y lo de «The House of mist», una especie de traducción/remake de su propia novela «La última niebla». Lo novedoso del artículo es que el viejo Huston no solo habría conocido a María Luisa Bombal: fue su amigo, y estuvo a punto de hacer él la película de «The House of Mist». Verdugo, como sabrán, hizo el guión sobre Gabriela Mistral en México que se nombró en la prensa como una próximo proyecto de Raúl Ruiz. La historia es alucinante. Las frases de Huston rozan lo increíble:

Las mujeres que circulan por las páginas de Bombal, y también por las obras de Juan Rulfo, que es mi amigo, son seres desterrados de sí mismo, destruidos o francamente muertos, como en La Amortajada y Pedro Páramo, pero que, sin embargo, siguen en pie, sostenidos por algo que a veces sólo existe en su imaginación. Yo creo que Marilyn Monroe también pertenece a esa galería de seres realmente fantásticos que se nos aparecen de vez en cuando. Lo que no significa que sean ideales o etéreos. Porque son seres muy terrenales. Pienso que a partir de María Luisa Bombal, justamente, es que las letras abordaron estos seres como nunca antes se había hecho, con esas heroínas perfectamente bellas pero desoladas que ella retrata en las tierras australes, y que en verdad son mujeres únicas, que no pertenecen a nadie por la tragedia interior que llevan a cuestas, que al no tener alguien a quien amar las hacer ser de todos.

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Eso me recuerda dos descubrimientos de chilenos en Hollywood que he tenido en el último tiempo (y que por cierto no están en el libro de Daniel Olave, «Chile vs. Hollywood», esa deliciosa colección de esta clase de datos, y que ya debería reimprimirse actualizado): uno es «The Big Cube», una película sicodélica protagonizada por Lana Turner y dirigida por ¡Tito Davison! Davison, nacido en Chillán, hizo una prolongada carrera en México, y volvió a Chile a hacer tres películas: una versión de «Cabo de hornos» de Coloane con Emilio Gaete en 1957; y dos comedias con Manolo González: «El burócrata González» (1964) y «El Candidato González» (1965). Lo chistoso es que luego, con esta película, producida en 1969 se produce un interesante contraparte: mientras en Chile se perseguían niños en los cerros de Valparaíso, y alguién le partía la cara a golpes a Jaime Vadell en un departamento en el centro de Santiago, Davison, viejo zorro, le daba LSD a Lana Turner. Les prometo que no estoy inventando nada de esto.

Mi segundo descubrimiento chauvinista es más reciente pero igualmente desconocido. Y tiene que ver con David Fincher. Si ustedes se quedaron a ver los créditos finales de películas como «Los siete pecados capitales» o «El club de la pelea» probablemente hayan leído un nombre familiar: Claudio Miranda. En esas cintas Miranda hizo de gaffer (eléctrico) lo que quizás no sea algo tan llamativo porque es solo una labor técnica. Pero como buen chileno, Miranda ha salido adelante y ahora es nada menos que el director de fotografía de la próxima película de Fincher: «The curious case of Benjamin Button», en plena filmación en estas fechas, protagonizada por Brad Pitt y Cate Blanchett. Para más abundamiento, pueden visitar su sitio web, donde tiene a la venta un terreno en Laguna Verde, cerca de Valparaíso. Debo confesar que, como en su página no hay ninguna indicación de que sea chileno, le envié un email a Miranda, y aunque me pidió que le escribiera en inglés, esto fue lo que me respondió:

I was born in Chile. Left when I was 1. My father lives in Chile. I do not keep in close contact. My Spanish is terrible. I do have land down there, but have been unable to sell for 4 years. Maybe someday.