El 20 de enero pasado este blog cumplió tres años. Se me pasó la fecha, como se le pasan a uno todas las fechas. Es harto tiempo, por lo menos, mucho más del que me imaginé que lo escribiría. Es verdad que han pasado temporadas en este blog sin ninguna noticia (el año pasado, hasta un mes sin escribir nada, pero nunca en estos tres años más de 45 días) pero me imagino que eso se compensa cuando hay veces que escribo hasta dos post diarios. Cuando pude, traté de hacer cobertura de festivales de cine (Valdivia, Bafici, Sanfic) o mantener un listado de estrenos comerciales (hoy dejado de lado, pero con muchas ganas de retomarlo). El tiempo siempre me falta para hacer todo lo que quisiera hacer acá, pero al mismo tiempo, no puedo dejar de escribir. Y comentar. Y celebrar algún descubrimiento o lamentar algún fallecimiento o hasta encontrar una noticia (como el tema de las películas pirateadas por el Consejo de Calificación Cinematográfica, asunto que salió en este blog antes que en cualquier otra parte, y que sin embargo, no fue citado por los medios tradicionales cuando comenzaron a hablar del tema). Descubrí en estos tres años que este blog lo leía más gente de lo que jamás hubiera imaginado, y que las discusiones en los comentarios eran un atractivo que no me esperaba (por mucho que varias, muchas veces quedé sorprendido por la virulencia y descalificación en la que algunos caían -sobre todo cuando el comentarista se mantiene anónimo). Con este blog me llamaron para trabajos (jamas me lo habría esperado) e incluso fui vetado de otros por lo que aquí escribí (increíble pero cierto). En fin, tres años, más de 350 temas publicados, y 15 mil comentarios. El tiempo vuela cuando uno se divierte. Espero que podamos seguir divirtiendonos por un rato más. Tres años más, quizás. A ver quien se aburre primero: ustedes o yo.
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