Como si fueran pocos los desafíos que tiene el recién asumido Barack Obama en la presidencia de Estados Unidos, el músico y productor Quincy Jones (el mismo genio del pop que produjo «Thriller» de Michael Jackson) le planteó otro en noviembre pasado: la creación de un Ministerio de Cultura. «La próxima conversación que tenga con el Presidente Obama será para pedirle por un Ministro de las Artes», dijo Jones en ese momento, y esa declaración llevó a que dos músicos iniciaran en internet un petitorio por la causa. ¿El resultado? Más de 163 mil firmas en un par de meses, y creciendo exponencialmente. El Washington Post le dedicó una nota al tema la semana pasada:
[Quincy] Jones, quien ha promovido la idea por al menos los últimos 10 años, ha dicho que tiene en mente responsabilidades específicas para esta oficina. Él desea un sistema educacional que enseñe sobre la historia y los artistas, en particular del ámbito de la música. «He viajado por todo el mundo durante 54 años», dijo. «Hace apenas un mes en mi escuela secundaria en Seattle le pregunté a un estudiante si sabía quien era Louis Armstrong. Me dijo que había escuchado su nombre. Le pregunté por Duke Ellington y John Coltrane. Ni siquiera sabía sus nombres. Eso me hiere mucho».
La idea, basada en la experiencia de otros países que tienen un ministerio dependiente del gobierno para coordinar los esfuerzos de apoyo a los artes (como Finlandia, Francia y… ehhhr… Chile, claro) también tiene sus detractores: los tiempos de bajón económico quizás no sean los más apropiados para una idea como esta (el mismo Jones dijo saber que «Obama ya tiene las manos llenas de asuntos») pero otros dudan que una iniciativa como esta sea finalmente más burocracia estatal y atente contra la libertad artística.
¿Lo es? Habrá que ver si Obama es sensible al asunto: por lo menos en su juramento presidencial de ayer se mostró atento al contar con la interpretación de una obra musical inédita de John Williams, la presencia (con rosetón y todo) de la incombustible Aretha Franklin, y hasta con la lectura de un poema escrito especialmente para la ocasión por Elizabeth Alexander, acciones artísticas poco comunes para esta clase de ceremonias.
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Por cierto, todos los interesado en seguirle los pasos a la administración Obama no pueden perderse el remozado blog de Francisco Aravena, Factor USA. Pocos periodistas en idioma español hacen un seguimiento tan intenso y dedicado a la política de estado del país más poderoso del mundo; Aravena es uno de ellos. Desde hoy en adelante, un nuevo imperdible.