Y con esto, la próxima película de Sebastián Silva (director de «La vida me mata») se transforma en la primera película chilena en acceder a este competitivo festival en su historia. La película participa en la categoría World Cinema Dramatic Competition (creada en el 2005) junto a otras 15 cintas y fue elegida entre 1012 postulantes. La expresión World Cinema puede llevar a equívocos, porque la competencia está lejos de destacar películas del Tercer Mundo. Por el contrario: de las 16 películas, cuatro son de Gran Bretaña, tres de Francia, dos de Canadá, y el resto se reparte entre una para España, Alemania, Italia, Japón, China y México («Corazón del tiempo», de Alberto Cortés). Digamos, de las 16 películas, 12 pertenecen a un país del Grupo de los 8.
Solo otro director chileno ha participado en competencia de Sundance anteriormente: ese es Sergio Castilla con «La niña de la sandía», o bien, «The girl in the watermelon», en 1995, una producción norteamericana hablada en inglés.
Este ha sido un buen año para Chile en Sundance: Alejandro Fernández obtuvo en enero uno de los cuatro Sundance/NHK Filmmakers Award (el correspondiente al proyecto de un cineasta latinoamericano, porque se entregan otro tres a un gringo, un europeo y un japonés), y hace unos días Patricio Guzmán se llevó una de las becas de documental que entrega el Sundance Institut, consistente en apoyo monetario para terminar su película «Nostalgias de la luz», que este domingo acaba de terminar su filmación en Santiago.
En el pasado, otras películas de Sundance han tenido algún vínculo con Chile, como el documental «Chile: Hasta cuando?» (sic) que participó en Sundance en 1987 (y fue nominado al Oscar ese mismo año como Mejor Documental), y en la que el cineasta australiano David Bradbury entró a Chile a grabar la represión de la época de Pinochet. La película ganó en Sundance un Premio Especial del Jurado y Mejor Fotografía… Por otro lado, alguna vez (1999) Gustavo Graef-Marino fue jurado para la sección Latin America Cinema Award. Y algo más alejado, pero chileno al fin y al cabo: Miguel Joan Littin, hijo de Miguel Littin y destacado director de fotografía («Machuca», «Fuga», «31 Minutos, la película») fue asistente de cámara de la película «Hurricane!» de Morgan J. Freeman, que ganó el premio a la Mejor Fotografía (hecha por Enrique Chediak) en Sundance en 1997. No me pregunten cómo llegue a saber esto: solo lo sé.
Bueno, ¡suerte a «La nana»! La película estuvo en Work in Progress en Valdivia este año, (luego, en Cine en Construcción en San Sebastián) y es de las buenas películas chilenas que he visto en el último tiempo.