OK, OK, OK. Ando alejado por razones personales (nada personal con ustedes, quiero decir). Aún así, se me hace imposible no reproducir este email que me llegó de parte de Jorge Morales, editor del sitio de crítica de cine Mabuse, en el que -resumiendo- dice que la crítica que hicieron en el diario La Nación de Argentina (firmada por Adolfo C. Martínez) de la película «Fuga» de Pablo Larraín se parece mucho a una que él escribió en marzo de 2006.
Esta es la acusación íntegra de Morales:
Estimados amigos y colegas,
Como seguramente todos ustedes saben, se estrenó el jueves 1 de marzo en Argentina la película Fuga del director Pablo Larraín. A casi un año de su debut en Chile, la ópera prima de Larraín tuvo un masivo rechazo de la crítica trasandina, hecho que interesó, como ya es costumbre, a la prensa chilena, siempre atenta al juicio de nuestros vecinos. No me sorprendió para nada la recepción que tuvo Fuga entre los colegas argentinos. Desde las páginas de Mabuse fui uno de los que criticó en su minuto no sólo la puerilidad de su tratamiento sino también la campaña mediática que trató infructuosamente de resaltar la supuesta estatura artística de la película; una estrategia tan débil como los fundamentos argumentales de su guión. En todo caso, no me interesa repetir ahora los conceptos que vertí en mi comentario y que, como resultará evidente después de leer esta carta, están disponibles para que todo el mundo pueda verlos en Internet.Probablemente no habría pensado más en la película sino hubieran aparecido en los diarios chilenos las reacciones que tuvo Fuga en su estreno en Buenos Aires. Así que una cosa me llevó a otra y terminé encontrándome con la crítica de Adolfo C. Martínez de La Nación de Argentina, que fue una de las opiniones reseñadas en las notas de prensa. El comentario titulado como Fuga de ideas en un film sin vuelo se publicó en la misma fecha de estreno de la cinta. Aunque el texto no me pareció particularmente interesante, reparé en cierta «familiaridad», en ciertas «coincidencias» de uno de sus párrafos con la crítica que escribí sobre la película hace un año. Juzguen ustedes mismos. Esto es lo que dice Martínez en La Nación de Argentina:
«Son tan limitados sus alcances en todos sus terrenos y es tan obvia su mirada acerca del fenómeno creativo, que todo ese entramado está muy lejos de poder rasguñar la superficie de ese misterio artístico como es, en este caso, la sinfonía en torno a la que gira su tema. El hecho traumático de la infancia del protagonista -la violación y muerte de su hermana- parece ser el detonante del resto de su existencia, pero queda como un elemento inservible más de la aparente premisa básica de Fuga , que recala en la ambición de alguien al que una melodía lo trastorna hasta la locura».
http://www.lanacion.com.ar/887481
Y esto fue lo que escribí en Mabuse el jueves 30 de marzo del 2006:
«Lo primero porque, si bien Fuga tiene como argumento el nacimiento de una pieza musical, son tan limitados sus alcances en ese terreno, tan obvia su mirada sobre el fenómeno creativo, que está lejos de apenas rasguñar la superficie de ese ‘misterio’ «.
«La premisa básica de Fuga era muy ambiciosa y un poco burda: cómo una melodía puede obsesionar y trastornar a su creador y a quienes la ejecutan o admiran. Un punto de partida que requería de resoluciones menos simplistas que las que dicta el lugar común como reducirla a un hecho traumático de la infancia del protagonista (la violación y muerte de su hermana) que no sólo es la única razón de su composición sino la única motivación de su oficio como músico».
http://www.mabuse.cl/1448/article-72508.html
Es posible que todos antes de escribir el comentario de una película hayamos estado expuestos al juicio de otras personas y luego elaboremos nuestras particulares posiciones reafirmando o contradiciendo esas posturas. Pero eso es muy distinto a copiar citas o extractos de una crítica ya publicada sin acreditar la fuente para hacerlas pasar por propias. Según tengo entendido, el Sr. Martínez tiene una larguísima trayectoria en la crítica de cine, así que no creo que sea necesario explicarle en profundidad las normas éticas mínimas en el ejercicio del periodismo que hasta el más novato sabe por sentido común. Por otro lado, me parece una falta de respeto para los realizadores de la cinta que –al margen de la calidad de su trabajo- tienen legítimo derecho a esperar que las críticas –buenas o malas- representen la opinión original del profesional que la firma.
Desconozco el interés que despierta en el espectador y cinéfilo argentino las críticas de este señor, pero La Nación no es un modesto sitio de Internet como Mabuse, sino un viejo periódico de circulación nacional con el segundo mayor tiraje de Argentina, uno de esos trasatlánticos conservadores que tratan de influir en el curso de la historia de su país.
Aunque me parece grave lo ocurrido, no me siento totalmente vulnerado en mis derechos de autor, ya que por la extensión de la copia lo considero un plagio menor, una anécdota lamentable y vergonzosa. Sin embargo, me parece importante dar a conocer lo ocurrido como una señal de alerta. Porque, para desgracia del Sr. Martínez, es perfectamente lógico suponer que este no es un hecho aislado.
Saludos a todos,
Jorge Morales
El hecho es real: dos frases de la crítica escrita en Argentina son idénticas a las escritas por Morales. Por muy escético que uno sea, las frases están ahí… Ahora, yo me pregunto, solo por el gusto de preguntarme: ¿Cuánto debe tener de igual una crítica con otra para ser plagio?